Salat es el nombre que reciben las oraciones obligatorias que se rezan cinco veces al día y que son un lazo directo entre el creyente y Allah. No hay autoridad jerárquica en el Islam ni sacerdotes y por ello las oraciones las dirige una persona.
A principios del siglo XX llegaron a la región inmigrantes procedentes de diversos países del Medio Oriente. Poco a poco fueron constituyendo una identidad entorno a una misma fe, el Islam.
Hoy forman una comunidad religiosa consolidada, orgullosa de su tradición.
“Mi corazón se ha hecho capaz de adoptar todas las formas. Es pasto de gacelas, y convento de monjes cristianos, y templo de los ídolos, y la Ka’aba de los peregrinos, y las tablas de la ley Mosaica, y el libro del Corán. Yo milito en la religión del amor, cualquiera que fuere el sendero”. Este es el cuarteto de Al-Arabi, una de las definiciones con las que Hassan Zain Chamut, el “cheij”, anciano en árabe, quien dirige la oración de la comunidad musulmana de La Laguna, define lo que es el Islam.
Para el grueso de la población lagunera y en general del mundo entero que no tiene acceso más que a los medios masivos de comunicación como formadores de la opinión pública, el Islam es una religión practicada por una serie de personas extremistas y fanáticas, originarios del Medio Oriente y cuya “fama” proviene de los actos terroristas que ha realizado un grupo específico, entre los de mayor peso el atentado a las torres gemelas de Nueva York.
Pero lejos de esa creencia popular el Islam es una de las tres religiones monoteístas del mundo, cuya filosofía radica precisamente en la paz, el amor y la convivencia con las demás personas. En La Laguna la presencia de la comunidad musulmana ha sido constante desde la misma fundación de Torreón. A principios del siglo XX muchos inmigrantes de origen árabe, palestino, libanés y sirio y de otros países de Oriente Medio se asentaron en la Comarca Lagunera a causa del desplazamiento, las presiones económicas y muchas otras razones, y se han convertido en una de las minorías laguneras más importantes.
Hassan Zain, el imam o “líder” de la comunidad en La Laguna recuerda que en su niñez, por el año 1940, existían varios grupos de personas originarias de Oriente Medio que vivían y trabajaban en la región, algunos grupos entorno al mercado Villa, otros alrededor del mercado Juárez, unos más entorno al mercado Madero y algunas pequeñas comunidades que se dedicaban principalmente al comercio, compra-venta de artículos y enseres. Sin embargo, a pesar de su origen común, la práctica del Islam era algo muy íntimo que se realizaba en el núcleo familiar.
El asentamiento, la reunión en sí, de la comunidad islámica en La Laguna se dio a inicios de 1983, precisamente en la casa de Hassan, cuyos padres eran originarios de Líbano, ubicada por la avenida Morelos número 83, donde actualmente tiene su oficina, fue el punto de encuentro para unas 35 personas. Sin embargo, para esa fecha en la región ya existía la presencia musulmana desde hace años, en Torreón ya había un “cheij”, que es el encargado de enterrar a los muertos o casar a los vivos, pero en el Islam las ceremonias se pueden realizar sin la presencia del cheij.
Una vez integrados en la fe de una misma creencia, los miembros de la comunidad islámica lagunera de hace 25 años formaron una minoría. En torno a las lecturas del Corán, el libro sagrado del Islam, las oraciones y todo lo que conllevó la convivencia de estos mexicanos por nacimiento, cuyos padres les habían heredado una doctrina de amor en virtud al profeta Mahoma, surgió la idea de una casa de oración para ellos: su templo, su iglesia, su mezquita.
La mezquita lagunera
Cuando la población islámica de La Laguna superaba las cien personas, según un censo hecho por Hassan Zain, y después de haberse integrado como una comunidad, uno de sus notables miembros, el señor Elías Serhan, tuvo a bien la idea de construir una mezquita para los musulmanes de la región. Con un atractivo diseño arquitectónico realizado por Hassan Zain, quien ha dedicado su vida a la arquitectura, el templo construido es un patrimonio lagunero, que conserva las características propias del diseño musulmán.
La mezquita ubicada en la calle Guadalajara 1007 esquina con calle octava en la colonia Nueva Los Ángeles, es una joya arquitectónica, construida en 1986. Una construcción de 100 metros cuadrados que puede albergar en su sala de oración a unos cien visitantes, cuenta con un minarete que se levanta hasta los 18.50 metros de altura y una cúpula sobre las que se grabaron unos versos del Corán en árabe. La fachada en sus dos lados tiene un pórtico para sombrear.
La edificación en su interior cuenta con área de usos múltiples, baños para las abluciones, un cuarto para preparar a los muertos, biblioteca, dormitorios y un recibidor. Actualmente la comunidad islámica de La Laguna es una asociación religiosa debidamente registrada ante la Secretaría de Gobernación, cuenta con más de 60 miembros y su presidente es Elías Serhan, y el representante legal es su cheij, Hassan Zain.
“Esta mezquita es una casa de Dios, acá puede entrar cualquier persona a rezar. Esta mezquita yo quería hacerla por lo que no tuvieron nuestros padres, cuando yo tuve la oportunidad de construir esta mezquita, Dios se acordó de mi hija, se la llevó en un accidente de tránsito, por eso la mezquita se llama ‘Soraya’, en memoria de mi hija”, comenta Serhan sobre las razones por las que construyó este espacio para su comunidad. Actualmente el mismo Elías Serhan asume el costo del mantenimiento de la casa de oración.
Las celebraciones
Para los miembros de la comunidad islámica lagunera, las fiestas sagradas son un motivo de celebración y paz con Dios, la mayoría de quienes frecuentan con mayor intensidad la mezquita tratan de celebrar a su manera sus fiestas, reuniéndose, orando y compartiendo con sus hermanos. Algunas de la fiestas que esta comunidad realiza son:
La fiesta del fin del ayuno. Se celebra el final del ayuno al acabar el Ramadán, con unos días de descanso y haciéndose regalos mutuamente. En los países musulmanes, Eid ul-Fitr es un día de fiesta. Los laguneros musulmanes acuden a la mezquita para dar gracias a Alá por su ayuda durante el ayuno y por sus bendiciones, que son muchas e incluyen el Corán, revelado a Mahoma, según la tradición, en el mes del Ramadán. En Eid ul-Fitr se realizan buenas acciones, sobre todo dar dinero y comida a los pobres.
El año nuevo musulmán. El primer día del año no trabajan y recuerdan la hégira o éxodo de Mahoma y de sus compañeros. Por la tarde hay celebraciones religiosas en las mezquitas. En La Laguna acuden a la mezquita y comparten con sus familias.
La noche del poder. Hacia el final del Ramadán se celebra la noche en que el Corán fue revelado por primera vez a Mahoma. A semejanza de Mahoma, muchos musulmanes pasan la noche orando en la mezquita, en Torreón algunos integrantes de la comunidad celebran orando en la Mezquita.
La noche del perdón. Se celebra el decimoquinto día del octavo mes. Dios determina el destino de cada persona para el siguiente año. La gente se perdona los pecados mutuamente y pasa la noche en oración. La ascensión nocturna, o viaje de Mahoma al cielo.
Una mala opinión popular
Un sinnúmero de palabras han sido mal interpretadas por Occidente gracias al mal manejo de la información por parte de los medios. Por ejemplo: “talibán”, que significa estudiante o seminarista proviene de talib, el que busca conocimiento del Islam, pero gran parte de la población la relaciona con terrorista, que no tiene nada que ver. Otra palabra que ha sufrido el mismo destino es “yihad”, que significa esfuerzo, indebidamente la utilizan como Guerra Santa, muy fuera de contexto.
De la misma manera otra creencia errónea por parte de Occidente es pensar que la religión islámica profesa la creencia en un Dios diferente al cristiano o al judío. En el mundo existen tres religiones monoteístas, que tienen uno solo Dios: el Islam, el Cristianismo y el Judaísmo. Todos basados en la fe del patriarca Abraham, es decir que Alá es el mismo Dios cristiano, razón por la que los musulmanes reconocen la importancia de Moisés, Jesús como verbo y María, al igual que el pueblo cristiano.
Una de las diferencias fundamentales es que en Islam no existen jerarquías, como las que maneja la religión católica, por ejemplo, u otras religiones cristianas, para las que hay una jerarquía, pastores sacerdotes o líderes en orden de importancia. La doctrina islámica está basada en la libertad, en el conocimiento y la sabiduría, entre más se esté cerca del conocimiento, más se está cerca de la presencia de Dios, razón por la que gracias a la comunidad musulmana se conocieron las primeras traducciones de la filosofía y la ciencia grecolatinas.
“Islam es la solución, vivir en paz, ver a nuestros vecinos como hermanos, en una época en la que la violencia marca nuestra región, volver la mirada hacia un propósito espiritual y ser capaces de convivir con la ciencia, con Dios y las personas que piensan diferente a nosotros, puede ayudar a que La Laguna crezca, todos esos son principios del Islam”, comenta Hassan Zain, representante de una minoría tradicional en la Comarca Lagunera.
Fiestas principales
A continuación se mencionan las fiestas principales de los musulmanes:
* La fiesta del fin del ayuno. Se celebra el final del ayuno al acabar el Ramadán, con unos días de descanso y haciéndose regalos mutuamente.
* El año nuevo musulmán. El primer día del año no trabajan y recuerdan la hégira o éxodo de Mahoma y de sus compañeros.
* La noche del poder. Hacia el final del Ramadán se celebra la noche en que el Corán fue revelado por primera vez a Mahoma.
* La noche del perdón. Se celebra el decimoquinto día del octavo mes. Dios determina el destino de cada persona para el siguiente año.
El Islam en el mundo
Durante los últimos 20 años la comunidad musulmana se ha incrementado notablemente, para 1973 estadísticas de la ONU hablaban de una población de 500 millones, en la actualidad las mismas estadísticas que hablan de mil 600 millones de musulmanes.
El Vaticano reconoce que el Islam es la religión más grande del mundo, ya que representa el 26 por ciento de la población mundial, uno de cada cuatro habitantes en la tierra es musulmán, y tiene una taza de crecimiento del 6.5 por ciento anual, a diferencia del Cristianismo la de segunda mayor influencia que tiene una tasa del 1.4 por ciento anual.
El Islam puede parecer exótico o incluso extraño en el mundo occidental, porque según los analistas en los países del norte, de ascendencia cristiana, en la actualidad la religión no domina la vida cotidiana, mientras que los musulmanes siempre tienen la religión en sus mentes, y no hacen ninguna división entre lo seglar y lo sagrado. Ellos creen que la Ley Divina, la Shari’a, debe tomarse muy en serio.
