La que Fonart contribuye para que esto se frene o al menos se proteja al artículo mexicano es a través del convenio con el Fondo Nacional de Apoyo para las Empresas en Solidaridad (Fonaes) del registro de las marcas colectivas.
Los colores verde, blanco y rojo desbordan las casas, calles, edificios públicos y privados; sin embargo 90 por ciento de las representaciones de la Bandera de México se importan del continente asiático, particularmente de China.
La presidenta de la Unión Nacional de Productores Artesanales, María del Socorro Oropeza Morales, informó que los talleres mexicanos que existían en diversos estados y aun en esta capital vendían productos de calidad que simbolizaban esa Independencia por la que se luchó hace casi 200 años.
A su vez, la titular del Fondo Nacional para el Fomento de las Artesanías (Fonart), Rafaela Luft Dávalos, dijo que "no es ningún secreto que desde hace un par de años hemos venido denunciando, que las banderitas que compramos para los coches y hasta para la casas son un producto de contrabando, porque yo no creo que paguen impuestos".
Agregó que la manera en la que Fonart contribuye para que esto se frene o al menos se proteja al artículo mexicano es a través del convenio con el Fondo Nacional de Apoyo para las Empresas en Solidaridad (Fonaes) del registro de las marcas colectivas.
La funcionaria federal señaló que Fonart atiende cuatro programas y "estamos haciendo gestiones con otras instancias gubernamentales para que nos apoyen con la custodia y blindaje de las artesanías mexicanas, acciones que van avanzando".
Al respecto, Socorro Oropeza aseveró que en el Distrito Federal y sus alrededores se trabajaba en adornos, banderas, guirnaldas y colguijes en 300 talleres, donde manos mexicanas lograban transformar la tela, papel, madera e hilo en los símbolos patrios; sin embargo ahora sólo entre 15 y 20 familias realizan ese trabajo.
Agregó que no existen cifras reales del número de artesanos que existe en el país, pero se habla de entre seis y ocho millones de artesanos, aunque algunos productores de estos artículos señalan que no se rebasan los tres millones.
Sin embargo, el trabajo de campo que se ha efectuado en todo el país revela que 30 por ciento de los talleres que existían en 2003 han tenido que cerrar sus puertas.
Lo anterior, dijo Oropeza Morales, es por dos causas. La primera por la invasión de los productos chinos y de otros países asiáticos y sudamericanos como Perú, que introducen artículos de mala calidad pero a bajo costo.
La otra causa, agregó, es por falta de apoyos y créditos, pero "estamos demostrando que la artesanía es rentable y que puede cumplir con los compromisos que se han pactado", porque se han estado buscando otros mercados, tanto nacionales como extranjeros.
Mencionó que ya se ha asistido a ferias internacionales de artesanías, tanto en Europa como en Sudamérica, donde los productos artesanales han sido bien recibidos y donde se logra colocar los productos hechos por los verdaderos artesanos mexicanos.
No obstante, insistió en que la invasión de productos chinos "nos esta pegando fuerte y duele mucho que no se haya hecho nada por parar la introducción de banderas hechas en China, sin contar que a la Virgen Guadalupana nos la están reproduciendo".
Oropeza Morales recordó que recientemente la Bandera Nacional ganó un concurso como la más bonita a nivel internacional, y lamentó que en lugar de que los artesanos nacionales tengan un ingreso por su fabricación se lo lleven los chinos.
El problema fue que les permitieron a los productores asiáticos ingresar su reproducción a México, lo que calificó como un golpeteo de productos que no tienen calidad.
Oropeza Morales comentó que muchos productores mexicanos declinaron la reproducción del estandarte nacional porque mientras a ellos por la calidad de sus productos les cuesta un peso, los productos chinos llegan a un precio de 30 centavos.
Por su parte, Luft Dávalos aseveró que lamentablemente el contrabando chino ha pegado a los artesanos mexicanos y "sé que hay cifras importantes que se registran de éste, no sólo en el caso de reproducción ilegal de la bandera sino muchas otras mercaderías que llegan de oriente".
Explicó que la Secretaría de Gobernación debe de tener lineamientos respecto a este tema, porque inclusive el Fonart para utilizar el Escudo Nacional en papelería oficial tiene que pedir permiso.
Destacó que el Fonart proyecta un programa específico para hacer una promoción de lo que es la identidad y quieren empezar con una artesana bordando el águila en la bandera, y se debe pedir permiso para el uso de los Símbolos Patrios y su difusión.
En este contexto, comentó que existe una regulación al respecto, por lo que el hecho de que esta mercancía se venda en cada esquina es porque "asumo que ni siquiera está dada de alta en Hacienda y es de contrabando".
Sobre el cierre de talleres artesanales, dijo que "no podemos hacer cuentas alegres de que las artesanías mexicanas están blindadas totalmente, no es así, hay mucho patrimonio en riesgo".
Empero aclaró que existen casos en los que el cierre es "porque hay padres que quieren que sus hijos ya no sean artesanos, jóvenes que ven que la artesanía es asociada con pobreza y lamentablemente sí han cerrado".
"Pero si se logran unir esfuerzos con todas las instancias e instituciones que atienden al sector artesanal quizá se lograría que esta actividad se vea como de autoempleo valioso y no como una actividad de segunda o que está en vías de extinción", señaló.
Sin embargo, reconoció que el avance en el sector artesanal en esta administración es contundente. Se registró un foro nacional en Campeche en julio que arrojó excelentes resultados y que es la suma del esfuerzo de varios años, y finalmente la conclusión y entrega de cuatro manuales para todos los estados del país.
Además se promueve la alineación de la política pública en torno del sector artesanal; esto quiere decir detectar los presupuestos que se mueven en el contexto del sector artesanal federal y local.
Puntualizó que el "Fonart se ve fortalecido y acompañado por los gobiernos de los estados y sus titulares en artesanías, pero es muy interesante lo que se ha logrado en estos dos años, estamos por la transformación del Fonart, estamos en un cambio favorable para la institución".
En su opinión, la artesanía mexicana tiene presente y futuro, se trabaja cotidianamente para que así sea y se unen esfuerzos; "hoy que nos reconocemos como instancias que trabajamos a favor del sector artesanal, sabemos que el viejo adagio de que unidos hacemos más es absolutamente cierto".