Rindieron homenaje a Agustín Lara, a 111 años de su natalicio.
Notimex
México, DF.- A 111 años del natalicio del cantante y compositor mexicano Agustín Lara, se le rindió un homenaje a través de un espectáculo en el que Guadalupe Loaeza, Pável Granados y Gustavo García contaron la historia de “El Flaco de Oro” dentro del cine mexicano.
El Teatro de la Ciudad, en el Centro Histórico, fue abarrotado por los admiradores del arte del célebre artista, fallecido en 1970, y creador de inolvidables temas como Veracruz, Mujer y María Bonita.
Con el actor Daniel Giménez Cacho como maestro de ceremonias y lector de algunas estrofas de canciones a manera de poesía, el espectáculo “De santa a aventurera: El cine de Agustín Lara” presentó seis fragmentos de películas en las que Lara participó como musicalizador o actor. Santa (primer largometraje sonoro en México), Aventurera, Amok, La Diosa Arrodillada, Del Rancho a la Televisión y Los Tres Bohemios fueron comentadas por el crítico Gustavo García.
Loaeza y Granados, autores del libro “Mi novia, la tristeza”, se abocaron a comentar sobre las rumberas que inspiraron al compositor, los detalles de su infancia, su juventud, pasatiempos, sus primeros trabajos, amores, desamores, fracasos, triunfos y su infinita soledad.
La cantante Adriana Landeros, quien lució un elegante vestido rojo, interpretó algunas de las 400 melodías que escribió Agustín, quien nació el 30 de octubre de 1897.
Acompañada por siete músicos, Landeros colocó su voz en Alma de mi Alma, Vida Mía, Ven Acá, Te vi Pasar, De Noche, Veracruz, Cosas que Pasan y Mi Novia la Tristeza, por citar algunas.
Gustavo García dijo que Agustín Lara nació cuando el cine mexicano apenas llevaba un año en México y era un espectáculo para las clases media y alta. La entrada del músico al Séptimo Arte, en 1931, fue espectacular, pero oscurecida por la notoriedad de la película Santa.
Agregó que en esta producción se observa por primera vez a Carlos Orellana cantando un corte de Lara. El actor interpretaba a un ciego y debido a que se cubrió los ojos con la telilla de un huevo, no leyó bien la letra y se equivocó.
Sin embargo, dijo García, los años 40 son la apoteosis de Lara. Su paso por Hollywood coincidió con un nuevo interés estadounidense por hacer cine hispano, de manera que varias de sus canciones fueron conocidas en voz de Tito Guízar en filmes como El Embrujo del Trópico (Theodore Reed, 1938).
“Más adelante, en plena Segunda Guerra Mundial, Carlos Ramírez y la orquesta de Xavier Cugat interpretarían una espectacular Granada en Dos Novias para un Marino (Richard Thorpe, 1944) y, meses después, Solamente una Vez, convertida en You Belong to my Heart”, explicó.
El experto también comentó el paso de Lara por la actuación y su matrimonio con María Félix. “Se divorciaron en 1947 entre gritos y sombrerazos; Agustín llevó la peor parte porque lo calificaron como feo, adúltero y abusivo de la mujer más bella del país y la mayor estrella del cine”.
Loaeza y Granados, mencionaron que el libro “Mi novia, la tristeza”, lanzado en mayo pasado, es el producto de una investigación profunda en la que encontramos cartas, poemas y canciones inéditas, así como otros documentos jamás publicados.
También realizaron entrevistas con testimonios muy cercanos a “El Flaco de Oro”. Se trata, dicen, “de la biografía más completa que se haya hecho de él hasta ahora”.
