Carrie Fisher escribió un libro donde cuenta todas sus aventuras, sobre todo con las drogas. (AP)
El director Mike Nichols una vez dijo que Carrie Fisher “tiene demasiada personalidad para una sola persona e insuficiente para dos”.
Eso describe bastante bien a Fisher, la hija de los astros de Hollywood Debbie Reynolds y Eddie Fisher que debutó en el cine en La Guerra de las Galaxias; ha escrito varias novelas exitosas y ha entrado y salido de hospitales por abuso de sustancias y otros problemas.
Fisher titula su nuevo libro Wishful Drinking, como su espectáculo autobiográfico que la ha mantenido ocupada gran parte del 2008. Como si el título -un juego de palabras intraducible que alude a beber para olvidar los problemas- no fuera lo suficientemente elocuente, la portada muestra a una mujer con el cabello trenzado al estilo de la princesa Lea, con el rostro escondido entre los brazos y un trago en la mano derecha.
“Armamos el libro rápidamente, porque la editorial (Simon & Schuster) estaba ansiosa de que saliera antes de Navidad”, explica la actriz de 52 años. “El libro es la mitad del espectáculo. Lo escribí a la vez que hacía mi show”.
En 1959 Eddie Fisher, ahora en silla de ruedas y radicado en San Francisco, dejó a Reynolds y sus dos hijos, Carrie y Todd, para consolar y luego desposar a Elizabeth Taylor tras la muerte de su marido Mike Todd.
“No he hablado con él en 40 años, más o menos. No hay razón para que hablemos”, comentó Reynolds en una entrevista telefónica. “Él le falló a sus hijos, y me falló a mí”.
Fisher alcanzó el estrellato cuando George Lucas la escogió para interpretar a la “princesa Lea” en La Guerra de las Galaxias, de 1977. Estaba encantada de ser la única actriz prominente del reparto, “pero mi peinado -partido en el medio, trenzado y enrollado sobre las orejas como enormes rosquillas era horrible.
“Colaboré completamente porque temía que me despidieran”, recordó. “Cada vez que George me pedía que hiciera algo, le decía, ‘lo que usted diga, señor’”.
A La Guerra de las Galaxias siguieron El Imperio Contraataca y El Retorno del Jedi, pero cuando Fisher cumplió los 27 años las ofertas para hacer cine dejaron de llegarle y se dedicó a escribir. Sus novelas incluyen Surrender the Pink y Postcards From the Edge, sobre su relación con su madre. También escribió el guión de la película de 1990 Postcards, dirigida por Nichols y protagonizada por Meryl Streep y Shirley MacLaine.
Fisher estuvo casada por poco tiempo con el cantautor Paul Simon y tiene una hija de 16 años, Billie, de su relación con el agente de talentos Bryan Lourd.
Pese a su éxito se volcó al alcohol y las drogas y por 20 años estuvo entrando y saliendo de clínicas para tratar su adicción, desorden bipolar y otros problemas.
“Sí, he estado en muchos lugares”, reconoció. “No son malos. Uno puede encontrar un grupo que puede ser muy divertido. Uno tiene que ser; es la meta. Más bajo no se puede caer, salvo que uno esté conectado a un respirador artificial”.
¿Cuándo fue la última vez que acudió a uno de estos centros? “Hace un año, quizás año y medio”, dijo. “Tengo mala memoria últimamente así que llevo conmigo un pequeño diario porque digo cosas que jamás pensé”.