Santino, el chimpancé de comportamiento antisocial, lanzó piedras tanto a los visitantes como a los empleados del Zoológico Furuvik, pero fascinó a los investigadores debido a su preparación tan cuidadosa. (EFE)
La manera en que un chimpancé recolectó piedras en un zoológico para lanzarlas luego a los visitantes demuestra que estos primates son capaces de planificar sus actividades como los seres humanos, señaló un estudio sueco.
Santino, el chimpancé de comportamiento antisocial, lanzó piedras tanto a los visitantes como a los empleados del Zoológico Furuvik, pero fascinó a los investigadores debido a su preparación tan cuidadosa.
Según un reporte en la revista Current Biology, el macho dominante de 31 años comenzó a preparar su escondite de armas por la mañana, antes de que el parque animal abriera sus puertas, recolectando piedras y demoliendo pedazos de concreto en el interior de su recinto.
Esperó hasta cerca del mediodía antes de desatar un ataque de piedras contra los visitantes, dijo el estudio.
"Estas observaciones muestran convincentemente que nuestros semejantes simios consideran el futuro de una manera muy compleja", apuntó el autor del reporte, el estudiante de doctorado Mathias Osvath de la Universidad Lund.
"Significa que tienen una conciencia altamente desarrollada, incluidas simulaciones mentales parecidas a la realidad de acontecimientos potenciales", señaló.
Los descubrimientos de Osvath se basaron en sus propias observaciones de Santino y en entrevistas con tres cuidadores de alto rango que han seguido el comportamiento del chimpancé durante 10 años en el zoológico Furuvik, ubicado cerca de 150 kilómetros (93 millas) al norte de Estocolmo.
Al parecer, debido a que tiene una posición cómoda como líder del grupo, Santino no atacaba a otros chimpancés, dijo Osvath a la AP. Los ataques fueron dirigidos únicamente a humanos que miraban a los simios desde el otro lado del foso de seguridad que rodea la isla donde estaban ubicados.
Sin embargo, rara vez golpeó a los visitantes debido a su mala puntería y nadie resultó con heridas graves en los casos en que acertó, narró Osvath.
Las observaciones confirmaron el resultado de un experimento realizado en laboratorio reportado en 2006 por científicos del Instituto Max Planck de Antropología Evolutiva, en Leipzig, Alemania.
En ese caso, orangutanes y chimpancés enanos de Zaire fueron capaces de descifrar qué herramienta funcionaría para recoger uvas. Los animales pudieron recordar que debían llevar la herramienta con ellos horas después.
"Cada ocasión que se puede combinar datos experimentales y de observación y se obtiene un resultado coherente, eso es muy eficaz", dijo Joseph Call, un autor del estudio de 2006. "Esta es una observación importante", agregó.