Recuerdos del Ayer
El Estadio San Isidro, conocido antaño como "Estadio de la Herradura" por la forma que tenía, fue sede del desaparecido equipo Laguna, tanto en Segunda como en Primera División, por espacio de 22 años, de 1954 a 1976, y también jugó en este escenario sus dos primeras temporadas el Club Cataluña, después Diablos Blancos de Torreón.
Este estadio, en donde nació el futbol profesional en La Laguna, cuenta con su propia historia, escrita por la visión de un entusiasta lagunero, apasionado al futbol, de nombre José Alvarado, conocido entre sus amigos como el "Arrojado".
Su grupo de amistades estaba integrado principalmente por Edmundo Orduña, Arturo "Clavijas" Rodríguez y Norberto Román Márquez, aficionados de "hueso colorado" al futbol, quienes a principios de la década de los años cuarentas se echaron a cuestas la tarea de desmontar un terreno lleno de maleza, ubicado atrás de la entonces Escuela Secundaria y Preparatoria Venustiano Carranza, ahora Secundaria General Lázaro Cárdenas del Río.
Este campo de futbol comprendía de avenida Hidalgo a Presidente Carranza y de calzada Cuauhtémoc a Calle 16.
Un día del año de 1945 estaba jugando en ese campo José Alvarado, el "Arrojado", quien era empleado de una agencia automotriz de Torreón, y recibió un mensaje de que se presentara con don Ernesto Bredée, propietario del Rancho San Isidro, quien deseaba comprar una camioneta.
El "Arrojado" fue de inmediato a buscar al señor Bredée, y al llegar a dicho rancho se dio cuenta de que el ganadero contaba con un hermoso campo de polo, y al verlo le preguntó a don Ernesto sobre el mismo.
El ganadero le respondió que en ese campo sus hijos practicaban polo, pero como ya se habían ido a estudiar fuera de la Comarca, el uso del mismo era mínimo, entonces el "Arrojado" le pidió en préstamo una parte del mismo para convertirlo en campo de futbol.
Don Ernesto Bredée aceptó la propuesta y advirtió que sería de manera temporal, ya que tenía planeado fraccionar su rancho.
Al escuchar lo anterior, el "Arrojado" le propuso al ganadero que les vendiera una parte del mismo, en lo que estuvo de acuerdo el señor Bredée.
Enseguida, el "Arrojado'' citó a una reunión en la talabartería de la familia Román Márquez, ubicada en avenida Morelos número 827, a la cual asistieron varias personas que tenían deseos de colaborar en la compra de dicho terreno.
En esa histórica junta se acordó nombrar una mesa directiva para que reuniera los fondos económicos necesarios para comprarle a don Ernesto Bredée una parte de su campo de polo.
La directiva quedó integrada por el ingeniero José A. Esquivel, en ese entonces subagente de Banrural, don Pedro Valdez, vicepresidente, Alfonso Arizmendi, tesorero, Rafael Román Márquez, secretario, Guillermo Dinkel, José Alvarado, el "Arrojado", Arturo "Clavijas" Rodríguez, Edmundo Orduña y Norberto Román Márquez como vocales.
Una vez reunido el dinero necesario, se compró una parte del campo de polo de la familia Bredée para construir el Estadio San Isidro, al cual fueron trasladadas las tribunas de madera de la cancha de futbol ubicada atrás de la Preparatoria Venustiano Carranza, las cuales fueron colocadas en el sector de Sol. Para el área de Sombra mandaron construir también tribunas de madera, y fue así como nació el primer estadio de futbol profesional de La Laguna, el cual sufrió importantes modificaciones con el paso del tiempo, entre ellas la colocación de una tribuna en la cabecera Norte, de donde tomó el nombre de "Estadio de la Herradura".
El desaparecido equipo Laguna jugó en el Estadio San Isidro, desde su presentación en Segunda División en el Torneo de Copa 1953-1954 hasta la temporada 1975-1976 de Primera División, al término de la cual cambió de sede al Estadio Moctezuma, ahora Estadio Corona, en donde jugó tan sólo dos torneos largos, ya que su franquicia fue vendida a Coyotes Neza a partir de la campaña 1978-79.
El cambio de sede obedeció a que los socios del Club Deportivo San Isidro determinaron aumentar la infraestructura de sus instalaciones, habiendo desaparecido la tribuna de Sol y la cabecera Norte, quedando en pie tan sólo una parte de las tribunas de Sombra. Detrás del Estadio San Isidro hay toda una historia de esfuerzo escrita por entusiastas laguneros, algunos de ellos ya finados, que contribuyeron a que naciera el futbol profesional en La Laguna.
¡Hasta el próximo miércoles!
