Cómo tener un corazón sano
Porque más allá de mantener el cuerpo humano vivo, en movimiento y con la sangre oxigenada recorriendo todo el cuerpo, el corazón también es un órgano, que resiente y responde ante cualquier estimulo, negativo o positivo. Por eso no está demás conocer ejercicios, dietas y acciones sencillas, que pueden garantizar que el músculo del amor funcione bien por muchos años.
El doctor Francisco Sánchez Frayre nos explica que el corazón es como una bomba que lleva la sangre hacia los órganos, tejidos y células del cuerpo humano. La sangre que envía el corazón a través de sus dos movimientos, diástole y sístole, proporciona oxígeno y nutrientes a cada célula, pero también se encarga nada más y nada menos que de capturar esas inconvenientes visitas orgánicas como el dióxido de carbono y las sustancias de desecho producidas por esas células.
Aun cuando los adelantos científicos y médicos son buenos y precisos, las enfermedades cardiovasculares no se han podido erradicar, por lo que un buen corazón depende en gran medida de la cultura de la prevención, ya que este tipo de afecciones se pueden ahuyentar a medida que se evitan hábitos como las comidas que contienen mucha cantidad de grasa y sal, el cigarro, el alcohol, y sobre todo el sedentarismo, ya que la ausencia de ejercicio en forma regular puede ser también un factor de riesgo.
El doctor señala que en las enfermedades que afectan al corazón, existen factores de riesgo inevitables, algunos factores de riesgo se pueden controlar, otros no, como por ejemplo el sexo, la edad y la herencia que un individuo tenga. Sin embargo, sí es posible cambiar los factores de riesgo relacionados con el estilo de vida, a fin de prevenir o retrasar la aparición de una enfermedad cardiovascular.
Recomendaciones
Es posible alejar del corazón los riesgos se enfermedad con tan solo unos pequeños y sencillos cambios en la dieta alimenticia. Uno de los hábitos más sanos para el corazón es limitar el consumo diario de sal a menos que 2.300 miligramos de sodio. En las personas que presentan enfermedades como la presión arterial alta probablemente tengan que reducir aún más su consumo de sal, a un máximo de mil 500 miligramos por diarios.
El doctor señala que una buena dieta para mantener un corazón sano y palpitante, incluye en el menú fruta, verdura, cereales, carnes magras y pescado. En algunas ocasiones no se sugiere eliminar por completo el consumo de grasa, especialmente grasa saturada y colesterol, por ejemplo carnes rojas grasas, leche entera, quesos elaborados con leche entera, huevos, platos a base de crema y postres que contengan mucha grasa, pero sí se sugiere consumirlos muy esporádicamente y en cantidades pequeñas.
Aunque difícil de aceptar ingerir alcohol también merma la salud del corazón. Si bien es cierto que diferentes estudios e investigaciones han comprobado que el consumo diario de una cantidad moderada de alcohol previene en gran medida las enfermedades cardiovasculares y los ataques cardíacos. Este consumo moderado se traduce en un promedio de una o dos bebidas por día para los hombres y de una bebida por día para las mujeres.
Otra sustancia que resulta una dañina golosina para el corazón es el cigarro. No solo porque el humo y el esfuerzo que realizan los pulmones en el acto de fumar, repercuten en el corazón, sino porque el tabaco es elaborado con sustancias como el alquitrán y la nicotina que terminan almacenadas en las paredes de las arterias, permitiendo que enfermedades cardiovasculares o infartos, se puedan presentar con un mayor porcentaje en personas fumadoras.
El estrés es otro factor que puede afectar al corazón. Las personas que sufren de una enfermedad cardiovascular a menudo dicen sentir dolor en el corazón durante situaciones de estrés emocional. También es más probable sufrir un ataque cardíaco en momentos de estrés, porque el corazón se acelera y aumenta la presión arterial. Cuando esto sucede, el corazón necesita más oxígeno.
Acciones sencillas
Una rutina de ejercicio de por lo menos 30 minutos diarios, puede convertirse en un guiño de ojo para el corazón. Una rutina que puede ser desde una pequeña caminata, hasta un paseo en bicicleta, correr o nadar, rutinas placenteras que no necesariamente deben tener las características de las rutinas de los deportistas de alto rendimientos, incluso las personas que con un simple lazo, saltan en su casa, ya están haciendo mucho por su corazón.
“Los trayectos cortos, desplazamientos en distancias como las que se hacen cuando se va a la tienda o a un restaurante en la hora de comida, pueden llevarse a cabo caminando. Abandonar el vehículo y vencer la tentación de moverse en la comodidad del automóvil, puede ser un acto que agradezca el corazón. La vida sedentaria y como poco movimiento corporal también se convierte en factor de riesgo”, señala el médico.
La mayoría de las personas se consideran sanas si no presentan síntomas de enfermedad. Sin embargo, el doctor nos recuerda que a veces el primer síntoma aparente de enfermedad cardiovascular es un ataque cardíaco, ya que este tipo de males silenciosos son mortales, por lo que un chequeo médico de vez en cuando, mantener atentos a la presión arterial y una revisión esporádica, también son aliados en la prevención de enfermedades del corazón.