Jesús Andrade, quien diera vida a personajes como El Moro Junior, Espanto Junior, Pentagón y El Santo Negro, recuerda con nostalgia el ya lejano 6 de marzo de 1996, día en que acabó su exitosa carrera luchística.
Un día como hoy, pero de 1996, el gladiador lagunero Pentagón (Jesús Andrade), sufrió en la ciudad de Aguascalientes el terrible accidente que casi le cuesta la vida y que finalmente terminó con su exitosa trayectoria sobre los encordados.
Fue el seis de marzo de 1996 en una velada luchística efectuada en el Auditorio Morelos de Aguascalientes, ante una gran entrada de público que había acudido a presenciar un cartel presentado por la empresa 'AAA', cuando la tragedia se hizo presente sobre el ring.
Se trataba de un duelo en el que La Parka (ahora LA Park), Octagón, Konan y Último Dragón, hacían equipo por la esquina técnica para medirse a la cuarteta de Cibernético, Psicosis, Fishman y el lagunero Pentagón, mismo que se presentaba por demás prometedor por la calidad de elementos reunidos en un mismo combate.
Justo cuando Pentagón y La Parka combatían, se presentó lo que no se esperaban, la tragedia se hizo presente sobre el ring luego de una mala caída de Pentagón al golpearse la nuca y chicotear sobre el enlonado, además de un castigo extra que le aplicó el "huesudo', terminaron por dar origen a una terrible lesión, que de acuerdo a la información que proporciona el propio Pentagón, lo mantuvieron muerto por algunos segundos sobre el ring.
"Esto fue un accidente, como muchos que ocurren en el ring. La Parka, aunque fue mi rival, era mi compañero de trabajo y uno como profesional nunca aplica un castigo para lastimar innecesariamente a un contrario; esto es un trabajo donde hay rivalidades, pero no odio personal''.
Tras recibir atención médica en una institución médica especializada en la capital hidrocálida, con los peores pronósticos sobre su situación clínica, a solicitud de su familia el gladiador fue trasladado a la ciudad de Gómez Palacio, donde quedó internado en una clínica particular.
Pese a que primero salvó la vida, producto de lo que sus seres queridos calificaron como un auténtico milagro, las sorpresas se sucedieron al paso de los días. Tras superar el peligro de muerte, se pronosticaba que el gladiador quedaría cuadraplégico, sin embargo, la fortaleza y espíritu de lucha de este guerrero del ring, volvió a ser factor para vencer a la adversidad.
Así a escasas semanas del accidente y plenamente consciente de lo acontecido, Jesús Andrade estaba ya realizando trabajos de rehabilitación física y poco después regresaba al gimnasio, su lugar favorito, donde por años ha dedicado buena parte de su tiempo a fortalecer su cuerpo y espíritu.
Para su desgracia, los daños sufridos dejaron serias secuelas en su cuerpo, tal vez el más importante, el haber pedido casi por completo la vista, la cual ha recuperado muy lentamente, al grado tal que a 16 años de esa terrible noche, apenas está al 15 por ciento de su capacidad.
Ante esta situación, su regreso a los encordados fue imposible, siendo un golpe terrible para este elemento entregado al ciento por ciento a este deporte, el cual había sido su vida desde muy joven, mismo que lo había llevado hasta la cúspide del profesionalismo, donde alternó con los mejores de su época, dando vida a una nueva edición de la añeja rivalidad entre los Espanto y Santo El Enmascarado de Plata.
A Jesús, enmascarado como Espanto Junior, le tocó enfrentar en incontables a El Hijo del Santo, con quienes logró dar vida a memorables batallas en diferentes ciudades del país, muchas de ellas terminadas en auténticos baños de sangre, ante escenarios totalmente abarrotados.
Dicha rivalidad creció aún más, luego de que el 'Enmascarado de Plata' le arrebatara la máscara en Monterrey, Nuevo León, dando origen a un auténtico odio deportivo entre ambos.
Este fenómeno lo vivió la misma afición torreonense, cuando ambos eran capaces de llenar escenarios como el Auditorio Municipal y la Plaza de Toros, ya que disputaron duelos por el campeonato mundial y de apuestas, siempre destacándose por su entrega total sobre en encordado y fuera cual fuera el resultado, con un público satisfecho por el profesionalismo y rendimiento de ambos gladiadores.
A INICIAR DE NUEVO
Tras superar la etapa crítica del accidente, donde debió librar la más grande batalla en la que estuvo en juego su propia vida, el gladiador debió enfrentarse a su nueva realidad, donde ahora su compromiso era sacar adelante a su familia.
"Lo primero que hice fue dar gracias a Dios y mi testimonio lo he llevado por todo el país, donde los empresarios me han permitido hacerlo público ante los aficionados, quienes han comprobado en mi persona un auténtico milagro, al haber vencido todos los pronósticos médicos que prácticamente me daban por muerto o me condenaban a quedar cuadraplégico''.
Posteriormente, surgió la idea de reunir una colección de videos pertenecientes a sus mejores luchas, las cuales desde hace años ha logrado reunir y las ha grabado en discos compactos, mismos que vende en las diferentes arenas de la República Mexicana, donde cuenta con la aceptación de la afición a este deporte.
Sin dejar de entrenar en el gimnasio, este ex gladiador ha logrado salir adelante con su familia y está a la espera de que su hijo pueda presentarse en la empresa más importante de México como 'El Hijo del Espanto Junior', con la seguridad de que sabrá defender el nombre que hicieron grande los originales Hermanos Espanto I, II y II, de donde posteriormente surgieron otros elementos de esta dinastía luchística, de la que él mismo forma parte.
"Mi hijo tiene mi respaldo y sé que entrena fuerte para lograr un lugar importante como gladiador profesional, sé que está en buenas manos y llegado el momento dará lo mejor de sí sobre el ring'', concluyó el ex luchador.
