En la técnica de joyería de Dalia Pascal, la plata es bañada en oro rosado; luego, sobre esa sólida superficie, cala corazones redondeados.
Canciones de antaño interpretadas por los llamados ídolos inolvidables inspiran a diseñadores de joyería, como Dalia Pascal, para festejar a mamá.
La fórmula empleada por esta artista de la plata en unas de sus últimas colecciones de joyas, Amorcito Corazón, radicó en la evocación de los años 50, del actor Pedro Infante y la letra de don Manuel Esperón, compositor de más de 500 canciones.
Con sensibilidad gráfica y a lo largo de su trayectoria, Dalia suma a su arte orfebre tanto textiles de diversas comunidades indígenas como pieles nacionales, con el fin de crear ornamentos que proyecten en cada diseño su apasionamiento por el arte popular mexicano.
La tendencia de esta creadora parte de un mundo globalizado. La plata es bañada en oro rosado; luego, sobre esa sólida superficie, cala corazones redondeados.
Resplandores o destellos siguen la línea vertical agregando a las piezas un acento festivo, como el que imprimiera el mariachi al acompañar a una figura del espectáculo que, a más de 50 años de su desaparición, sigue cantando en el inconsciente del colectivo.
Para enmarcar a la mamá moderna en su día, arracadas de estilo clásico antiguo, un dije circular que puede ser utilizado a diferentes alturas sobre un guardarropa de moda y un anillo de formas generosas conforman el trío de joyas que traen al recuerdo una de las canciones más dulces e incondicionales que se hayan escrito en el panorama de la música mexicana.