Rosas Moreno formó parte del grupo de escritores que se conocieron como la Bohemia Literaria. (FOTOGRAFÍA TOMADA DE INTERNET)
Considerado el mejor fabulista y poeta lírico, por permanecer vigente dentro del recuerdo de la literatura mexicana e hispanoamericana, el escritor y poeta mexicano José Rosas Moreno nació el 14 de agosto de 1838 en Lagos de Moreno, Jalisco.
Su padre fue Ignacio Rosas y su madre Olaya Moreno, con quienes abandonó su lugar natal a los seis años de edad para establecerse en León, Guanajuato, donde comenzó sus estudios de primaria.
Para 1851 se matriculó en el Colegio de San Gregorio, en la Ciudad de México, y también asistió a la Escuela de Minería, en la que destacó como un alumno ejemplar.
De ideas liberales y opiniones contundentes, fue perseguido en varias ocasiones por expresar sus pensamientos, siendo siempre un hombre cabal, según datos obtenidos en el sitio en Internet “noticias.canal22.org.mx”.
Se desempeñó en el cargo de Diputado para el Congreso General y en puestos públicos, como el de Regidor del Ayuntamiento de León, Diputado a la Legislatura de Guanajuato y del Congreso de la Unión. Asimismo, fue el responsable de la fundación de varios periódicos.
En el ámbito literario, creó poemas cuya lírica se caracteriza por estar llena de dulzura y apacibilidad, nostalgia y melancolía.
También escribió algunas obras de teatro y libros infantiles, por lo que se ganó el mote de “El poeta de la niñez”. La mayoría de su obra poética se publicó en 1891, bajo el título de “Ramo de violetas”.
En esta recopilación destaca el texto de corte romántico “La vuelta a la aldea”, que da cuenta de la influencia que ejerció Gustavo Adolfo Bécquer en su obra y en la poesía mexicana.
Rosas Moreno formó parte del grupo de escritores que se conocieron como la Bohemia Literaria. Los estudios críticos que se han hecho en torno a su obra son los que redactaron Ignacio Manuel Altamirano, Juan de Dios Peza y Francisco Pimentel.
Los demás, proporcionan datos bibliográficos que resultan imprecisos o confusos.
José Rosas Moreno falleció el 13 de julio de 1883 y dos años después se realizaron gestiones para exhumar sus restos y trasladarlos a la Rotonda de las Personas Ilustres, pero su sepulcro nunca se encontró.
Es por eso que se colocó una lápida en el Templo de El Rosario, en Lagos de Moreno, su lugar de nacimiento, para conmemorar al ilustre literato.
