Díaz Liceaga porta con orgullo el 9 que en su época hizo brillar a nombres como Ricardo Peláez, Hugo Sánchez, y Jared Borgetti. (Archivo)
Hace unas semanas su nombre se mantenía aún en el anonimato, pero hoy Alejandro Díaz Liceaga acapara los reflectores del Mundial Sub-17como uno de los referentes de la selección mexicana al ataque.
Desde antes de emprender el viaje, el joven delantero ya había platicado sobre su anhelo por hacerse de un lugar en la escuadra que dirige Raúl Gutiérrez, pues estaba consciente de que una actuación brillante lo catapultaría en la élite mundial. Aun así, Alex se mantiene con los pies sobre la tierra.
"Puede ser un trampolín excelente para pasar a algo mayor, pero hay que estar concentrados ahorita en el Mundial, no estar pensado en esas cosas, eso se va a venir solito si haces bien las cosas y ahorita solo estar enfocado en nuestro trabajo".
Díaz Liceaga porta con orgullo el 9 que en su época hizo brillar a nombres como Ricardo Peláez, Hugo Sánchez, Jared Borgetti, Antonio De Nigris, e incluso a Raúl Jiménez en la Copa Oro, pero los antecedentes de dichas figuras no lo presionan.
"Para nosotros tener un número así es padre, pero el número no juega, los que jugamos somos nosotros y tengamos el número que tengamos siempre vamos a dar todo de nosotros y siempre vamos a hacer todo bien", aseveró.
Con las anotaciones ante Irak e Italia, Alex ha dado rienda suelta a sus cualidades. Aún sin saber lo que le esperaría en la justa, el atacante compartió sus objetivos a no muy lejano plazo.
"En Primera División, debutar con América, estaría excelente", dice mientras esboza una sonrisa en el rostro.
