LA CREADORA DE LA HISTORIA ORIGINAL VIVIÓ EN LA COMARCA
Desde hace 68 años, los hermanos Arellano Guzmán resguardan la cinta Allá en el Rancho Grande
El Siglo de Torreón
TORREÓN, COAH.- Apenas el lunes la Filmoteca de la UNAM y la Cineteca Nacional hicieron un llamado por medio de algunos periódicos del país (entre ellos El Siglo de Torreón), para localizar las cintas originales de las llamadas “Joyas del Cine Nacional” y ya están teniendo resultados.
Una de las películas más importantes de la Época de Oro del Cine Mexicano, Allá en el Rancho Grande, se encuentra en esta ciudad.
Durante 68 años, Elena Arellano Guzmán y sus hermanos Héctor y Luz, han mantenido resguardada la cinta de 35 milímetros que uno de los actores del filme le regaló a su madre Luz Guzmán Aguilera de Arellano y es que, esa mujer originaria de Zacatecas pero residida en La Laguna durante muchos años, es nada menos que la creadora de la historia que en 1936 protagonizaron Tito Guízar y Esther Fernández y la cual logró colocar al cine mexicano dentro del panorama fílmico mundial.
Sentada al pie de la fotografía de su madre y acompañada por sus hermanos, Elena Arellano contó que el nombre original de la historia es Cruz, pero fue cambiada por el de Allá en el Rancho Grande para llevarla al cine.
“Ella nunca antes escribió música ni argumentos para cine, lo que hizo con Cruz fue basado en una historia verdadera de una hacienda del estado de Chihuahua y entonces le pareció muy bonita para escribirla”, comenzó la charla la mujer, quien dijo desconocer la fecha exacta en la que su progenitora la realizó.
Según estos laguneros, al principio le pidió ayuda a su esposo (el señor Carlos Arellano) para redactar la historia ya que él era una persona “estudiada”, pero ante la negativa de éste recurrió a su hermana Isabel, pero como ella tampoco quiso escribir, Luz -quien era conocida como Lucita- tomó un cuaderno y se puso a redactar.
“Mi mamá nos contó que lo hizo a escondidas en una libreta escolar y que rapidito narró la historia que le habían contado. Cuando la terminó la guardó en un ropero, pero un día que su hermana, o sea mi tía Isabel, andaba sacudiendo, la encontró y le dijo a mi papá Carlos que leyeran lo que había hecho Lucita para reírse un poco. Pero cual fue su sorpresa que empezaron a leerla y acabaron llorando”, narró emocionada la señorita Elena.
De no haber sido por Antonio Guzmán Aguilera -hermano de Lucita y conocido en el ambiente artístico de aquella época como Guz Águila- la historia no hubiera llegado a manos de Fernando de Fuentes, director de la cinta. “Guz” era escritor, argumentista, poeta y compositor y fue quien hizo la adaptación de la historia para cine y se la entregó al director.
“Mi mamá estaba muy emocionada, nada más que le cambiaron el final porque en la novela que ella escribió Cruz muere y en la película no porque mi tío le dijo que el público no estaba preparado para eso, debía tener un final feliz”, dijo por su parte Luz Arellano, quien agregó que su progenitora se enojó muchísimo porque cambiaron la historia original sin su consentimiento, aunque luego se contentó al ver el excelente resultado que tuvo en taquilla.
-¿Creen que haber hecho esa película cambió en algo la vida de su madre?
-No. Fernando de Fuentes quería que se fuera a vivir a México para seguir en el equipo que estaba conformado por mi tío “Guz”, él y mi mamá pero para ella estaba de por medio su matrimonio y sus hijos y se quedó en el rancho Palomas”, sostuvo Elena.
Al contrario de lo que pudiera pensarse, Luz Guzmán Aguilera de Arellano no se vio beneficiada económicamente por haber escrito la historia original de Allá en el Rancho Grande pese a las exorbitantes ganancias que éste tuvo, “le dieron 250 pesos, eso fue lo que ganó ella, nada más le alcanzó para comprarse un vestido”.
En la enorme casa que habitan los hermanos Elena y Héctor Arellano, siempre está presente Lucita. Quienes la conocieron la recuerdan como una persona “aventada” y emprendedora. Todo un ejemplo a seguir.
A la espera
Al enterarse de que La Cineteca Nacional y la Filmoteca de la UNAM están localizando las cintas originales de las películas que le han dado a México renombre a nivel internacional para tener un inventario del cine hecho en este país; los hermanos Elena, Luz y Héctor Arellano Guzmán se pondrán en contacto con las personas encargadas del asunto para ver lo que procede.
El primer objetivo de estos laguneros es que la gente sepa que aún sobrevive la cinta original de Allá en el Rancho Grande, ya que hasta el momento únicamente su familia sabía de su existencia, por lo que ahora hablarán con la gente apropiada para ver bajo qué condiciones la entregarán. “No sabemos si quieren que la donemos, si nos van a dar algo por ella o qué”, señalaron estos laguneros quienes se negaron a decir si le pondrán un precio o no, “no sabemos, primero queremos platicar de qué se trata”.
Rodeados de fotografías y documentos que fueron propiedad de su progenitora, los descendientes de la señora Guzmán de Arellano explicaron que conservaron la cinta “porque es un recuerdo de mi mamá, una herencia, un recuerdo”.
Hasta el cierre de la edición de ayer, no fue posible localizar a Ángeles Sánchez Gutiérrez, directora de Acervos de la Cineteca Nacional, ni a Iván Trujillo, director de la Filmoteca de la UNAM, por lo que será hasta hoy cuando ambos dirigentes den más detalles del asunto.
Con sabor a campo
Luz Guzmán Aguilera de Arellano nació el 30 de agosto de 1897 en San Miguel del Mezquital (hoy Miguel Auza, Zac.)
-Se casó con Carlos Arellano Guerrero. Vivieron alrededor de 30 años en la hacienda Palomas, localizada en el estado de Chihuahua, pero sus hijos nacieron en esta ciudad.
-Tuvo cinco hijos, Carlos, Luz, Héctor, Elena y Adriana.
-Además de ser una excelente escritora, la señora Luz Guzmán es una lagunera distinguida por ser la fundadora del Colegio Los Ángeles, el cual inició en 1945 como Jardín de Niños Los Ángeles.
-Sus padres fueron Antonio Guzmán Espinoza y doña Isabel Aguilera.
-Además de Allá en el Rancho Grande, escribió otra novela que fue adaptada y llevada al cine: Amansadores de Potros, filmada con el título Bajo el Cielo de México (1938), también dirigida por Fernando de Fuentes.
-Sólo fue cuestión de que “Lucita” descubriera su habilidad para redactar para que siguiera haciéndolo implacablemente. También escribió el libro Palomas, Torreón y Pancho Villa así como muchos poemas y cuentos más.
-Nunca recibió pago de regalías por Allá en el Rancho Grande ya que la cedió sin haberla registrado.
-Murió a la edad de 77 años en Sevilla, España cuando andaba de paseo con su hija Elena y dos nietas. El cuerpo no pudo ser trasladado a esta ciudad, por lo que sus restos se encuentran en aquella entidad europea.
-En la valija color rojo donde ha permanecido la cinta original de Allá en el Rancho Grande aún reza en su parte superior “Contiene una película. Valor 500 pesos. No se demore”. Los hijos de Luz Guzmán la han cuidado con esmero por tratarse de una herencia de su madre.
-La cinta le fue obsequiada por el actor Pablo López del Castillo, la cual le hizo llegar por correo.
-Allá en el Rancho Grande fue filmada en dos ocasiones: primero protagonizada por Tito Guízar y posteriormente por Jorge Negrete. Los hijos de Lucita contaron que a su mamá le gustó más la primera.
-Elena, Luz y Héctor Arellano Guzmán a un lado de la fotografía de su madre.
-Los 250 pesos que le dieron a Lucita por haber escrito la historia original de Allá en el Rancho Grande (Cruz), únicamente le alcanzó para comprarse este vestido, el cual utilizó durante el reconocimiento que le dio el señor Isauro Martínez en el teatro que lleva su nombre.
-Lucita fue a la filmación de la película, ocasión que Tito Guízar aprovechó para cantarle.
-Los hijos de la creadora de Cruz señalaron que antes de iniciar con el rodaje, invitaron a su papá (Don Carlos Arellano) para ser socio de la producción, pero él se negó. Posteriormente se arrepintió porque nunca imaginó que la cinta lo pudo haber hecho ganar mucho dinero ya que fue muy exitosa a nivel nacional e internacional.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
Para la historia
Allá en el Rancho Grande contaba la historia amistosa entre el hacendado Felipe y su caporal Martín, la cual se ve amenazada por una serie de enredos y malentendidos alrededor de la virginidad de Crucita, una joven campesina de la que Martín está enamorado. Las equivocaciones se van resolviendo entre coplas, bailes y canciones.
-Lugar que ocupa dentro de las 100 mejores películas del cine mexicano: 89.
-Dirección: Fernando de Fuentes.
-Género: Melodrama ranchero.
-Duración: 100 min.
-Historia original: Luz Guzmán de Arellano.
-Adaptación: “Guz Águila” (Antonio Guzmán Aguilera).
-Protagonistas: Tito Guízar y Esther Fernández.
FUENTE: Investigación de El Siglo de Torreón
