Horas antes de concluir con la aplicación del Título 42, que permitía al Gobierno de Estados Unidos realizar deportaciones exprés a migrantes que ingresaran a su territorio por motivos de la entonces emergencia sanitaria por COVID-19, la franja fronteriza entre Coahuila y Texas carece de la infraestructura necesaria para atender un flujo significativo de población migrante.
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