En las calles del centro de Torreón, un colorido carrito de frutas y golosinas se desliza con un tintineo peculiar, anunciando la llegada de Isidoro Escutia Cruz, un joven emprendedor con raíces del Estado de México. Desde hace cinco años, Isidoro y su familia han convertido este carrito en mucho más que un simple puesto de ventas; es el epicentro de sabores y sonrisas para los laguneros.
⌛️