Tras la polémica que surgió por la Plaza de la Mujer en la que se utilizaron piezas usadas de cocina como ollas y sartenes, el alcalde Jorge Zermeño dijo que le parece de 'muy mal gusto' que a propósito de algo que se hace 'con la mejor intención' inmediatamente salgan opiniones negativas 'sin conocer el contenido de lo que ahí está'.
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