LAS CALABAZAS. se cultivan en todas las regiones agrícolas de nuestro país, acompañando al maíz y al frijol. (UNSPLASH)
La calabaza, es conocida como el fruto de la calabacera, comestible, de gran tamaño y de forma redonda que puede encontrarse en tonalidades verdes y naranjas, ya sea de cáscara dura o blanda así como su carne sin olvidarnos de sus semillas que pueden tostarse o comerse blanditas como parte de un guisado.
Existen diferentes géneros y especies para dividirla. Como ejemplo, mencionaremos al género Cucurbita de la familia Cucurbitaceae, familia a la cuál pertenecen las calabazas, calabacitas, arotas, tamalas, tamalayotas, pipianas, chompas y chilacayotes. En esta familia, también se incluye a la sandía, el melón, el pepino, el chayote, el estropajo para baño, los acocotes, bules y calabazos, entre otros.
Calabazas domesticadas: Existen diferentes especies de calabazas domesticadas, entre las cuales se pueden encontrar las siguientes: Cucurbita argyrosperma, Calabaza pipiana, arota, calabaza pinta, tecomata, chihua, criolla. Esta subespecie se distingue por un grueso pedúnculo en la parte superior del fruto y sus semillas con márgenes de coloración azul verdoso. Está adaptada a zonas bajas en climas cálidos sin rebasar altitudes mayores a mil 900 msnm. La calabaza criolla al igual que la italiana, es una de las más importantes en esta especie, pues es consumida en una amplia variedad de platillos y caldos, donde se suelen aprovechar más las semillas, que sirven como base para platillos como el pipián o el mole verde gracias al color y a su valor nutritivo.
Por otro lado, la Cucurbita ficifolia (Chilacayote o chilacayota), es de menor diversidad a las otras especies, pero más adaptada a zonas templadas. Tiene una importante variación en tamaño de fruto, con semillas negras o blancas. Puede ser de las más productivas por planta y unidad de superficie. Sus frutos tiernos son utilizados como verdura y sus frutos maduros se emplean en la preparación de dulces cristalizados o en agua de chilacayota, típica de los Valles Centrales de Oaxaca. De origen sudamericano está la Cucurbita maxima (calabaza kabosha y zapallo), es una de las especies cultivadas más diversas y con una amplia adaptación, pues puede adaptarse a grandes altitudes. En su región de origen y fuera de esta, tiene numerosas razas o variedades locales y abundantes cultivares comerciales comestibles y algunos ornamentales. En México, se cultivan algunas variedades comerciales en los estados de Sinaloa y Sonora.
La Cucurbita moschata (calabaza de pellejo, calabaza de casco, tamalayota), cuenta con gran diversidad en tamaños, formas y coloración en los frutos y tamaños de sus semillas. Se cultiva en climas húmedos tropicales, principalmente asociados al sistema de cultivo milpa, se encuentra generalmente en zonas de altitudes bajas a medias, raramente mayores a los mil 800 msnm, aunque se ha reportado hasta los dos mil 300 msnm en la Mixteca Alta de Oaxaca. Cucurbita pepo (calabaza güicha, calabaza de castilla, tsol, calabaza india, calabacita), es una subespecie incluye la mayor parte de la variación de calabazas cultivadas para verdura, frutos comestibles y usos ornamentales y es la calabaza de mayor importancia comercial en el mundo.
La flor de calabaza, de pétalos delgados y largos, tiene forma de trompeta. Su tono es brillante que varían entre verde amarillo cuando está inmadura a amarillo anaranjado cuando está en su etapa álgida de maduración. Son ricas en calcio y fósforo, por lo que es recomendado para personas con osteoporosis, también posee potasio, hierro y magnesio. Contiene vitamina A, complejo B (B1, B2, B3), vitamina C y ácido fólico. Se consideran parte de una dieta saludable por su poco aporte calórico, además de que previene de enfermedades cardiovasculares y es antioxidante. En mujeres embarazadas favorece el desarrollo del bebé.
SUS USOS
Las calabazas se cultivan en todas las regiones agrícolas de nuestro país, acompañando al maíz y al frijol en el agroecosistema denominado como "milpa". Por otra parte, se pueden utilizar en diversos platillos como quelites, por ejemplo en algunas sopas o guisos. Mientras que las flores se pueden consumir en sopas, quesadillas o cremas; por su parte los frutos tiernos pueden consumirse como verduras, la pulpa de frutos maduros como dulce, en atoles, aguas frescas, y repostería. Por último, las semillas se puede consumir asadas, cocidas o hervidas pueden funcionar como botana, añadirlas en guisos, tamales, dulces y complemento en otros platillos. Además, el fruto, las semillas y las raíces se pueden utilizar con fines medicinales.
se cultivan en todas las regiones agrícolas de nuestro país, acompañando al maíz y al frijol.