Sobre la calle Q de la colonia Eduardo Guerra de Torreón, entre la avenida cuarta y quinta, se ubica un poste de madera en cuya cima está clavado un Cristo Roto a pequeña escala; bajo sus pies, un mensaje poderoso resalta en letras rojas: “NO TIRES BASURA DONDE ME TIRARON A MI”. La frase escrita en mayúsculas es un ruego, una súplica para que los vecinos de la zona desistan de depositar sus residuos ahí. El señor Juan Fernando Luna Ordaz fue quien encontró el bulto religioso mientras paseaba a su perro Benancio por el sector. Como una analogía, el Cristo Roto original se ubica en una isla dentro de la Presa Presidente Calles del municipio San José de Gracia en Aguascalientes, en cambio, esta versión miniatura navegaba también en una isla, pero de basura.










