El 28 de noviembre de 2016 fue inaugurado el "Corredor Económico Turístico y Cultural Paseo Morelos", obra que implicó una inversión de 120 millones de pesos y que se planteaba como un sitio de esparcimiento familiar para que chicos y grandes pudieran caminar por la avenida y visitar los negocios, reactivando así la vialidad y la economía del sector. No obstante, los propietarios de los locales optaron por desplazar a los giros tradicionales para ocupar sus espacios con bares, como espacios más redituables, a través del aumento en las rentas. Poco a poco, negocios que acumulaban años en la avenida fueron cerrando sus puertas, ya que durante el día está vacía y muy pocos se aventuran a caminar bajo los inclementes rayos del Sol, mientras que por la noche cobra vida solamente en tres cuadras, con la música a todo volumen de los bares y una gran cantidad de jóvenes caminando de un local a otro. A nueve años de la remodelación, la avenida Morelos nuevamente presenta locales vacíos, con letreros de Se Renta. Sólo las cuadras más cercanas a la calzada Colón parecen tener clientela y los locatarios del resto de la calle lo atribuyen a la falta de un proyecto verde, que incluyera más sombras y árboles, de ahí que la gente prefiere acudir de noche.












