Tras la misa, la fila de fieles comenzó un lento peregrinaje a la cripta para poder detenerse algunos segundos ante los restos de San Pío de Pietrelcina, cuyo rostro permanece cubierto por una máscara, realizada por expertos del museo de cera londinense Madame Tussaud.
Tras la misa, la fila de fieles comenzó un lento peregrinaje a la cripta para poder detenerse algunos segundos ante los restos de San Pío de Pietrelcina, cuyo rostro permanece cubierto por una máscara, realizada por expertos del museo de cera londinense Madame Tussaud.Fotos: AP y EFE. 24 de abril de 2008.
publicada el 24 de abril de 2008