Aunque pareció por momentos cansado, su presentación marcó una mejoría notable respecto al día anterior, cuando su fragilidad quedó al descubierto al requerir ayuda para terminar dos discursos. El Papa sufre también de artritis y de dolencias en una cadera y una rodilla.Fotos: AP 12 septiembre 2003
publicada el 12 de septiembre de 2003