La extraordinaria devoción de los mexicanos por la Virgen les lleva a colocar pequeños altares con su imagen en los lugares más inverosímiles, como las puertas de los prostíbulos, las cantinas, los subterráneos, los mercados y, por supuesto, los autos, las paradas de taxi y los autobuses.Foto: AP, EFE 12 de diciembre de 2003
publicada el 12 de diciembre de 2003