Y nadie escatimaba: "Cómase un taquito, ándele, está buenísimo"."¿Qué, ya no quiere otro más?".
La pregunta fue por qué. Las respuestas fueron aparentemente simples, pero en el fondo profundas: "Nada más. Por ayudar a la gente que viene cansada de caminar y a veces anda con muy poco dinero", "damos sólo lo que podemos dar", o "es una devoción de años de nuestra familia". "¿Por qué no?", señaló alguien más.Foto: AP, EFE
12 de diciembre de 2003
publicada el 12 de diciembre de 2003