El mar, símbolo de vida y libertad, fue el protagonista de la ceremonia de apertura de la Eurocopa de Portugal 2004. Durante unos minutos el Estadio del Dragón se convirtió en un océano, con peces y olas incluidas que fue surcado por una carabela, que capitaneada por los portugueses descubrió, hace más de 500 años, nuevos mundos.
El mar, símbolo de vida y libertad, fue el protagonista de la ceremonia de apertura de la Eurocopa de Portugal 2004.
Durante unos minutos el Estadio del Dragón se convirtió en un océano, con peces y olas incluidas que fue surcado por una carabela, que capitaneada por los portugueses descubrió, hace más de 500 años, nuevos mundos.Foto:AP y Reuters
13 de junio 2004.
publicada el 13 de junio de 2004