Proveniente de Chihuahua, un invidente alcanzó la línea, acompañado de un compañero que le ayudó a guiarse durante el trayecto. En la meta todo era fiesta, los competidores se estrechaban la mano felicitándose, se abrazaban y aplaudían a los que llegaban detrás.
Proveniente de Chihuahua, un invidente alcanzó la línea, acompañado de un compañero que le ayudó a guiarse durante el trayecto. En la meta todo era fiesta, los competidores se estrechaban la mano felicitándose, se abrazaban y aplaudían a los que llegaban detrás.Foto: EL SIGLO DE TORREÓN 06 de marzo de 2005
publicada el 07 de marzo de 2005