En un podio forrado con imágenes de cuchillas de afeitar gigantes, Jean-Paul Gaultier demostró que lo clásico no tiene por que ser triste y dio a sus modelos aires aristocráticos, con trajes igualmente de tres piezas, cuellos de camisas altos y lazadas en vez de corbatas.El hombre del otoño-invierno 2003-2004 será chic y elegante y vestirá trajes de chaqueta clásicos pero con aires contemporáneos, según las propuestas de la pasarela de moda masculina de París que cerró sus puertas hoy.
publicada el 29 de enero de 2003