Apenas cruzaban la meta, los cuerpos empapados de sudor parecían resentir el recorrido, el cansancio, los calambres y el dolor regresaba, pero la satisfacción de haber conseguido la meta nublaba todo lo demás, y aún cojeando y entre temblores de piernas y brazos, persistía la sonrisa del reto cumplido, un logro personal y distinto para cada uno de los participantes
Apenas cruzaban la meta, los cuerpos empapados de sudor parecían resentir el recorrido, el cansancio, los calambres y el dolor regresaba, pero la satisfacción de haber conseguido la meta nublaba todo lo demás, y aún cojeando y entre temblores de piernas y brazos, persistía la sonrisa del reto cumplido, un logro personal y distinto para cada uno de los participantesFoto: EL SIGLO DE TORREÓN 05 de marzo de 2006
publicada el 06 de marzo de 2006