Especial emoción, el mayor afluir de las lágrimas de los italianos y no presentes antes las pantallas gigantes, llegó cuando el capitán Fabio Cannavaro recogió y alzó la Copa al cielo de Berlín; lo que fue seguido desde las plazas con el grito de "Campioni, campioni, campioni¡".Foto: AP; EFE 09 de julio de 2006.
publicada el 09 de julio de 2006