Ya para la cuarta y última escena, el lago es de nuevo el escenario en donde se reencuentran Odette y Sigfrido, para darse cuenta que su amor es capaz de vencer la maldad de Von Rothbar y dejar testimonio de que la dirección de Robert Hill fue un éxito, tal y como en Nueva York hace apenas unos días.
Ya para la cuarta y última escena, el lago es de nuevo el escenario en donde se reencuentran Odette y Sigfrido, para darse cuenta que su amor es capaz de vencer la maldad de Von Rothbar y dejar testimonio de que la dirección de Robert Hill fue un éxito, tal y como en Nueva York hace apenas unos días.Foto: EL SIGLO DE TORREÓN noviembre de 2006
publicada el 06 de noviembre de 2006