De consistencia espesa, su rango de sabor es amplio y los hay dulces, neutros, salados, agrios y fermentados. (AGENCIAS)
Para celebrar el Día de la Candelaria, los atoles son la dupla poderosa de los tamales. Son la bebida socorrida en las ferias y el sustento mañanero que humea, caliente, en las esquinas de la Ciudad de México y otras partes del país.
Esta bebida tradicional tiene su origen en la época prehispánica. De consistencia espesa, su rango de sabor es amplio y los hay dulces, neutros, salados, agrios y fermentados -como las versiones veracruzanas-. Son tan variados como la región donde se elaboran y la temporada.
Originalmente, se prepara con masa de maíz, pero existen otras alternativas para espesarlo: fécula de maíz, harina de trigo, arroz o amaranto.
Con mucha nuez
Un sabor característico en los merenderos de la ciudad, pues su sabor es ligero, además de que es nutritivo. En una olla, pon a hervir tres tazas de leche. Aparte, muele 1 taza de nuez pecana con 1 taza de leche, e integra lentamente en la leche hervida. Cuando suelte el hervor, agrega 1 cucharada de fécula de maíz disuelta en 1/2 taza de agua fría y bate hasta espesar. Termina con azúcar al gusto y 1 cucharadita de esencia de vainilla.
Champurrado
La consistencia de este atole es diferente, pues se elabora con una mezcla de leche, agua y masa de maíz. Disuelve 200 g. de masa de maíz en una taza de agua y pon a hervir en una olla un 1/2 litro de leche, con una raja de canela y 2 litros de agua. Integra la mezcla de masa, junto con 1 tablilla de chocolate picada y azúcar al gusto. Mezcla bien hasta que la preparación espese y el chocolate se desintegre. Cocina hasta que suelte el hervor y ¡disfruta!
El típico: arroz con leche
Prepáralo en casa: en una olla agrega un 3/4 de litro de leche junto con una raja de canela. Añade 1/2 taza de arroz lavado en agua tibia y cuece, a fuego medio, hasta que suelte el hervor. Mueve constantemente para evitar que se pegue; agrega 1 litro de agua cuando el arroz esté cocido y azúcar al gusto. Cocina durante 10 minutos más hasta obtener la consistencia deseada. Dale un toque de vainilla, si lo deseas.
Rosita fresita
El consentido de chicos y grandes. Hierve un litro de leche con una raja de canela, y cuando rompa el hervor, espesa con 2 cucharadas de fécula de maíz disueltas en media taza de agua. Licúa 10 fresas con 1 taza de agua y vierte sobre la leche caliente con la ayuda de un colador. Adiciona una pizca de bicarbonato y azúcar al gusto. Mueve constantemente con una pala de madera para evitar grumos y que se pegue el atole al fondo de la olla.