El número de jóvenes que han muerto en las últimas semanas en Sudáfrica en ritos tradicionales de circuncisión ascendió a 36, informó hoy el diario local Times.
Según la fuente, 30 de los jóvenes murieron en la provincia de noroccidental de Mpumalanga, anunció el portavoz del departamento provincial de salud, Ronnie Masilela, mientras que la Policía informó de 6 nuevos fallecimientos en la vecina provincia de Limpopo.
"Según hemos sabido, el sangrado excesivo y la deshidratación fueron las causas de la mayoría de muertes", dijo a la agencia de noticias sudafricana Sapa Masilela, que aseguró "no estar seguro" de si la que efectuó las circuncisiones estaba preparada.
Estas circuncisiones son parte de ritos tradicionales de paso a la edad adulta, que obligan a los adolescentes a pasar varias semanas a la intemperie en zonas aisladas sin ningún tipo de atención médica.
Las ceremonias se llevan a cabo en las llamadas "escuelas de iniciación", muchas de ellas reconocidas legalmente y a las que van actualmente unos 30.000 jóvenes sólo en la provincia de Mpumalanga, según estimaciones recogidas hoy por la televisión pública sudafricana, SABC.
El presidente del país, Jacob Zuma, hizo hoy ante la institución que aglutina a los jefes tradicionales de toda Sudáfrica un llamamiento a que estos líderes colaboren con el Gobierno y traten a las escuelas de iniciación "tramposas" como "actividades criminales".
"Cientos de miles de niños en este país, millones en todo el mundo, son sometidos a ritos de circuncisión seguros cada año", añadió en defensa de la tradición Zuma, que culpó a "individuos incompetentes" de las muertes.
"El problema es que, si no hacemos bien este importante rito tradicional, invitamos a que critiquen y condenen innecesariamente lo que es un evento importante en la vida de una persona que está creciendo", explicó el presidente, firme partidario de la tradición africana, que sugirió que algunos responsables de practicar la circuncisión acuden bebidos a la ceremonia.
Las alarmas sobre este tipo de prácticas se encendieron en Sudáfrica el pasado 15 de mayo, cuando la Policía anunció la muerte en una semana de al menos 20 jóvenes de edades comprendidas entre los 15 y los 21 años en este tipo de rituales.
Decenas de adolescentes mueren cada año en Sudáfrica en escuelas de iniciación, por las que pasan decenas de miles de jóvenes anualmente.
Pese a que esas ceremonias son consideradas por muchos parte esencial de la cultura africana, organizaciones de protección de la infancia denuncian el trato "inhumano" que a menudo soportan los adolescentes para ser respetados como adultos en su comunidad.