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La edad media fue la época creativa para la creación de instrumentos de tortura y ejecución, pues debido al ingenio que poseían estos instrumentos convertía la agonía de sus víctimas en una verdadera pesadilla.
Algunos de los artefactos más famosos por su crudeza vieron la luz entre los siglos XVI y XVII, utilizados especialmente en personas que eran acusadas de algún delito, que se les interrogaba o juzgaba por traidores.
El potro
El mecanismo de este instrumento consistía en atar las extremidades de la persona sobre una tabla mientras éstas eran estiradas fuertemente hasta conseguir la dislocación de los huesos.
Desgarrador de senos
El artefacto que lleva este nombre se trata de una pinza metálica especialmente diseñada para triturar los pechos de las personas. Comúnmente era utilizado con mujeres y en algunas ocasiones con hombres. Además de tener que soportar el filo del instrumento mientras desgarraba la carne, este objeto era puesto al fuego con anterioridad para que también quemara la piel de la víctima.
Pera de la angustia
Llamada así por su forma similar al de la fruta, esta herramienta era utilizada con mujeres acusadas de algún delito, mentirosos y homosexuales.
Su función consistía en ser insertada por la boca, el recto o la vagina, dependiendo del caso, para después una vez adentro comenzara a abrirse y girar desgarrando las entrañas con sus afiladas puntas.
La sierra
Era un cruel método de tortura el cual consistía en colocar atada a la persona al revés, mientras dos hombres usaban una sierra para cortar a la persona en dos comenzando por la entrepierna.
En algunas ocasiones la persona no era totalmente cortada y sólo se le dejaba hasta la mitad para que se agonía se prolongara hasta que llegará el momento de su muerte.
Cuna de Judas
Una pirámide puntiaguda y de considerable tamaño es el objeto que recibe el nombre de ‘Cuna de judas’.
Comúnmente era utilizado con prisioneros que se negaban a ser interrogados o traidores.
El mecanismo de este artefacto consistía en atar a la persona y dejarla caer justamente en la punta repetidas ocasiones, desgarrando su recto o vagina. Personas que lograban sobrevivir a esto normalmente terminaban con serias infecciones, pues la pirámide nunca se limpiaba.
Toro de Falaris
Este instrumento se trata de una enorme figura hueca de un toro construida con bronce. En su interior se colocaba al prisionero mientras el exterior era expuesto al fuego para que comenzara a calentarse. La víctima moría cocinado vivo dentro del animal después de su terrible agonía que podía durar horas.
Su nombre se atribuye al tirano quién solicito la creación del instrumento. Se dice que el inventor de este toro murió en su propia creación por ordenes de Falaris.
Tortura de la rata
Es conocida por ser una de las más económicas, pero también una de las más sanguinarias.
El procedimiento de esta tortura era sencillo, la persona era acostada e inmovilizada completamente mientras se colocaba a una rata en su estomago cubierta por una cubeta metálica.
La cubeta se exponía al fuego y a medida que se calentaba el animal comenzaba a desesperarse por escapar, siendo su única opción escarbar en las entrañas de su víctima para conseguir salir.
Otro método era colocar al roedor hambriento en una jaula especializada que conectaba con el rostro de la persona para que comenzara a devorarlo.