
La mujer se había enterado del divorcio dos días antes del asesinato. (INTERNET)
Brandi Worley fue condenada a 120 años de prisión tras encontrársele culpable de la muerte de sus dos hijos, de 7 y 3 años de edad.
Worley, de 31 años, acuchilló a los menores en un ataque de furia luego de que dos días antes se enterase que el padre de los niños quería el divorcio.
Tras matar a los pequeños la mujer se apuñaló a sí misma y luego marcó al servicio de emergencias. "Me apuñalé a mí misma y maté a mis dos hijos", le dijo al operador.
La mujer también declaró que no quería que su esposo le quitara a los niños y que por eso eligió matarlos.
La sentencia de estos asesinatos ocurridos en Indiana, Estados Unidos, en 2016, se asegura de que Brandi pase el resto de su vida en la cárcel.