Se había declarado inocente y hasta le juró al padre de la víctima no haber tenido nada que ver. (INTERNET)
Willy Bardon es un hombre que intentó suicidarse dentro de un tribunal penal en Somme, Amiens, Francia, luego de oír que recibía una sentencia de 30 años de prisión por el secuestro y violación de una joven en 2002.
Bardon aprovechó que los familiares de la víctima celebran la sentencia para ingerir, sin que nadie se diera cuenta, cuatro cápsulas. Al presentar desaliento y temblores, llevado a un hospital, donde permanece en cuidados intensivos, informó el diario Le Parisien.
Alexandre Bosschère, fiscal del caso, dice que la condición actual de Bardon es estable, pero delicada y que se cree que podría haber consumido un pesticida, cuya venta está regulada en territorio europeo, pues genera daños al sistema nervioso y cardiovascular. Se desconoce cómo consiguió la sustancia, ya que además fue registrado al entrar y no tuvo contacto con nadie.
El sujeto fue acusado de la muerte de Elodie Kulik, de 24 años, cuyo cuerpo fue encontrado el 10 de enero de 2002 en la localidad francesa de Tertry.
La joven fue violada, estrangulada y quemada, si bien antes de morir pudo realizar una llamada de auxilio a los bomberos, que fue grabada y constituyó una pieza clave en el caso, ya que al fondo se oyen las voces de sus posibles atacantes.
Se determinó que uno de los implicados era un sujeto llamado Grégory Wiart, fallecido en 2003 y quien no fue vinculado al crimen sino hasta 2012 gracias a una prueba de ADN.
Respecto a Bardon, se le ligó al caso debido a testigos que aseguran que la voz que se oye en la llamada telefónica es suya. Los abogados de Bardon a su vez alegaron que no había un análisis científico de voz que corroborara esto.
El acusado se declaró siempre inocente pero tras 13 días de audiencias y 47 testigos, se le condenó por violación, aunque se le absolvió del cargo de asesinato.
DA.