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Con el incendio de la catedral de Notre Dame, en París, durante el 2019, no sólo sobrevino la tragedia, pues durante los trabajos de restauración del recinto gótico se realizaron grandes hallazgos arqueológicos que, sin las llamas abrasadoras de aquel 15 de abril, todavía serían un secreto. Este es el caso de un sarcófago de plomo, resguardado en un cementerio que se encuentra a 65 pies debajo de la catedral, que está próximo a ser abierto para conocer su contenido.
El pasado jueves 14 de abril, arqueólogos franceses, informaron que el sarcófago, descubierto a principios de marzo de este año, será abierto. El descubrimiento se llevó a cabo durante una de las excavaciones para reconstruir la torre. En ese momento, las y los expertos no esperaban hallar el antiguo cementerio, erigido por debajo del monumento más emblemático de la ciudad parisina.
El cementerio fue ubicado debajo de una capa de suelo de la iglesia, construida en el siglo XVII. Aunque los arqueólogos del Instituto Nacional de Investigación Arqueológica de Francia (INRAP) difieren con la fecha de construcción, pues aseguran que lo más probable es que permanezca al siglo XIV.
¿Pistas sobre el contenido del sarcófago?
A pesar de que las y los investigadores aún no tienen acceso al contenido del sarcófago, ya dieron un pequeño vistazo, por medio de una cámara endoscópica, un tipo de dispositivo capaz de capturar imágenes de sitios de difícil acceso, además, su uso no implica ningún tipo de destrucción. Las primeras fotografías revelaron que, dentro, se encuentran partes del cráneo, una almohada de hojas, fragmentos de textiles y varios objetos todavía identificables.
La presencia de hojas durante la tumba dio indicios de qué época data el sarcófago, ya que colocar plantas debajo del esqueleto era un "fenómeno bien conocido cuando se enterraba a los líderes religiosos", para la mejor conservación de los restos, reveló Christophe Besnier, un experto del Instituto Arqueológico Nacional de Francia, citado por el diario "ArtNews".
Dominique García, del INRAP, dijo que el cuerpo será exhumado de acuerdo con los códigos civiles franceses, para realizar un examen de los restos que, posteriormente, serán devueltos "no como un objeto arqueológico sino como un activo antropológico".
El descubrimiento del sarcófago se realizó a un día que se cumplieran tres años desde la generación del incendio.