Lo más grave que deja la sequía en la región es la falta de acumulación de agua en la parte alta del Río Nazas, lo que afecta al ciclo de riego del próximo año. (ARCHIVO)
Las altas temperaturas y la sequía recurrente son los próximos retos a que se enfrentará el campo lagunero.
Hipólito Pasillas Ortiz, dirigente de la Confederación Nacional Campesina (CNC) en Gómez Palacio, dijo que en la Comarca Lagunera se programa el ciclo agrícola con el agua de la presa Lázaro Cárdenas, por lo que, al acentuarse la sequía, impacta mayormente en el área ganadera, ya que los estanques carecen de líquido para el abrevadero de los animales, los pastos no enverdecen y mucha gente vive de engordar el ganado para la venta de carne o leche.
Dijo que sería muy favorable que se presentaran las ansiadas lluvias en la planicie para enverdecer los pastos y llenar los estaques, pero indicó que lo más grave que deja la sequía en la región es la falta de acumulación de agua en la parte alta del Río Nazas, lo que afecta al ciclo de riego del próximo año en términos del volumen que alcance la presa.
"Nos resultaría más benéfico que lloviera en la sierra para poder recargar las presas y poder asegurar un ciclo agrícola en el 2023", expresó.
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En total hay 23 municipios del estado de Durango en sequía severaEl dirigente recordó que, además del riego, de la presa Lázaro Cárdenas dependerá un volumen estimado en 200 millones de metros cúbicos (Mm³) para la operación del proyecto federal de Agua Saludable para La Laguna, por lo que existe el temor entre los campesinos de que, en un año donde no haya suficiente aportación a las presas, ya que la sequía en La Laguna es recurrente, se verá muy afectado el volumen autorizado para el riego.