Maestros, padres de familia e internautas, han dirigido su atención al caso de Drayke Hardman, un pequeño de Estados Unidos, que acabó con su vida luego de ser víctima de bullying en su escuela.
Residente de Tooele, en Utah, Drayke, de sólo 12 años de edad, sufría acoso escolar por parte de uno de sus compañeros de escuela y pese a que sus padres, Andy y Samie Hardman, estaban al tanto de la situación, acudiendo previamente a la institución para intentar solucionar el problema de su hijo, nada pudo impedir que el menor se quitara la vida.
En declaraciones, la hermana de Drayke dijo que su hermano le había confesado que una lesión sufrida en su ojo a principios de la semana pasada, había sido consecuencia de una pelea con un compañero de escuela.
Fue el miércoles de la semana pasada que por la noche el niño faltó a su práctica de baloncesto, aprovechando esta oportunidad para intentar suicidarse.
El niño fue encontrado aún con vida por sus hermanas, pero en estado crítico, lo que lo llevó a ser trasladado a un hospital donde horas más tarde, el jueves 10, fue declarado muerto, según recogen medios internacionales.
Tras la muerte de Drayke, los padres de éste hacen un llamado a otros para que estén al tanto de sus hijos, la vulnerabilidad de estos, su salud mental y los actos de agresión de los que puedan ser víctimas en el medio que los rodea.
Las hermanas del niño encontraron al niño todavía con vida luego de que éste intentara suicidarse (ESPECIAL)