Ambos titulares advirtieron a Rusia sobre las 'graves consecuencias' de una violación de la integridad territorial de Ucrania. (ARCHIVO)
El secretario de Estado de EUA, Antony Blinken, y la ministra alemana de Exteriores, Annalena Baerbock, inauguraron hoy una Conferencia de Seguridad de Múnich centrada en la crisis en torno a Ucrania y sin la presencia de Rusia en la que ambos apoyaron seguir dialogando con Moscú.
Ambos titulares advirtieron a Rusia sobre las "graves consecuencias" de una violación de la integridad territorial de Ucrania, aunque repitieron una vez más su apuesta por el diálogo y la diplomacia como única vía para solucionar el conflicto.
Durante su intervención en el panel que abrió el encuentro internacional, del que los representantes rusos están ausentes por primera vez en décadas, Blinken y Baerbock describieron una confrontación entre los valores liberales, por un lado, y las fuerzas autoritarias, por el otro.
"Lo que está en juego son principios mayores, es la base del orden internacional establecido tras las dos guerras mundiales y la Guerra Fría," afirmó Blinken.
Tanto los dos ministros como el secretario general de las Naciones Unidas, António Guterres, que tomó brevemente la palabra al inicio del debate, describieron una situación de tensión en la que cualquier pequeño incidente podría desencadenar una confrontación abierta.
"Lo que estamos viendo en las últimas 24, 48 horas, es parte de un escenario de crear falsas provocaciones para responder y cometer una nueva agresión contra Ucrania," denunció Blinken, que no descartó que todavía sea posible que Rusia "emprenda otro camino".
Baerbock, por su parte, se refirió a las informaciones sobre la retirada de tropas rusas como "chispa de esperanza", pero subrayó que es "hora de ver acciones" y conminó a Moscú a poner fin a una "amenaza inaceptable".
"Estamos en uno de los momentos más peligrosos, en que la provocación y la desinformación pueden llevar a la escalada. No vamos a jugar a ese juego," sentenció la ministra.
SINTONÍA ENTRE EUA Y ALEMANIA
Blinken y Baerbock escenificaron unas relaciones transatlánticas caracterizadas por la compenetración y la defensa de unos valores comunes, centrados en la idea de que los retos actuales sólo se pueden resolver a través de la cooperación y no con esfuerzos unilaterales.
En este sentido, el secretario de Estado estadounidense afirmó que el primer año de legislatura del presidente Joe Biden se ha centrado en "revigorizar y revitalizar" alianzas, no sólo en lo que respecta a los retos en materia de seguridad, sino también al cambio climático, la pandemia o los desafíos que presentan las tecnologías emergentes.
Dicha política, afirmó Blinken, ha dado sus frutos, puesto que, según indicó, existe una mayor "convergencia" en cuanto a la mayoría de las "cuestiones centrales de nuestra era", compartida por una alianza de democracias liberales que representan más de la mitad del globo terrestre en términos económicos.
Baerbok, por su parte, describió a los aliados como "unidos en la diversidad", y para demostrar la sintonía con Washington hizo referencia explícita al gasoducto Nord Stream 2, controlado por el gigante gasístico ruso Gazprom y objeto de controversia entre ambos gobiernos.
En caso de una agresión rusa, afirmó, se impondrán sanciones "sin precedentes" y Alemania está "dispuesta a pagar un alto precio en términos económicos", dijo en alusión al gasoducto, planeado para llevar carburante a Alemania y otros países de Europa.
"Por eso todo está sobre la mesa, incluido Nord Stream 2," manifestó la política verde, quien señaló además que si en el pasado se hubiera invertido más en energías sostenibles las dependencias energéticas serían ahora menores y el mundo, "más seguro".
UNA RESPONSABILIDAD HISTÓRICA
La negativa alemana a suministrar armas a Ucrania, que quedó de relieve una vez más tras una intervención en la conferencia del alcalde de Kiev, Vitali Klitschko, tampoco crea discordia entre los aliados en una crisis en la que, según Blinken, Alemania ha hablado con "gran claridad moral".
"Actuamos de forma complementaria, traemos diferentes cosas a la mesa," afirmó el secretario de Estado en defensa de la postura alemana después de que Klitschko, desde la audiencia, explicara que Ucrania se enfrenta "a uno de los ejércitos más fuertes del mundo" y que sin el apoyo de Occidente no podría "sobrevivir".
Por su parte, Baerbock subrayó que Alemania cuenta con una "responsabilidad histórica" para evitar guerras y genocidios y que no es el momento de "hacer un giro de 180 grados" en esta política.
Suministrar armas, indicó, podría poner en riesgo el éxito de las conversaciones en formato de Normandía, lo que a su vez supondría "una amenaza para la seguridad" de los ciudadanos de Ucrania.
Blinken, por su parte, cifró en 650 millones de dólares la ayuda militar suministrada a Kiev y se comprometió a "seguir haciendo todo lo que podemos".