Dow Jones de Industriales anotó su octava semana consecutiva en descenso. (ESPECIAL)
Wall Street encadena otra mala semana por el temor a la inflación y las señales de recesión en Estados Unidos, lo que ha llevado a uno de sus principales indicadores, el S&P 500, a entrar brevemente este viernes en un ciclo bajista ("bear market") por primera vez en más de dos años.
En el acumulado semanal, el Dow Jones de Industriales retrocede un 2.90 %, anotando su octava semana consecutiva en descenso; el S&P 500 baja un 3.05 % y el índice compuesto Nasdaq un 3.82 %.
En Europa, los datos han sido mixtos gracias al efecto positivo de la bajada de algunos tipos de interés relacionados con las hipotecas en China: suben las bolsas de Madrid (1.76 %) y Milán (0.19 %) y caen las de París (-1.22 %), Londres (-0.38 %) y Fráncfort (-0.33 %).
El parqué neoyorquino comenzó la semana con buen ánimo y llegó a cerrar en verde el martes, después de que el presidente de la Reserva Federal de Estados Unidos, Jerome Powell, se mostrara determinado a reducir la inflación, que ronda máximos no vistos en cuatro décadas, y respaldara las subidas de los tipos de interés.
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El miércoles Wall Street cerró en rojo y el Dow Jones bajó un 3.57%, su mayor caída desde 2020La tranquilidad duró poco, ya que el miércoles se registró la peor jornada bursátil desde 2020, tras conocerse los flojos resultados trimestrales de dos grandes minoristas, Target y Walmart, que reportaron problemas en la cadena de suministro, mayores costos de combustible y ventas de mercancías más bajas de lo esperado.
El analista Randy Frederick, de Charles Schwab, indicó hoy en una nota que esos resultados "han desatado preocupaciones acerca de la debilidad del segmento de los consumidores, pero esas preocupaciones no se han reflejado en el mercado laboral", si bien consideró que podría empezar a "deteriorarse" pronto.
Las ventas masivas de acciones se localizaron inicialmente en las empresas tecnológicas y de gran crecimiento, pero acabaron permeando a otros sectores, lo que llevó hoy al índice S&P 500 a un nivel un 20 % por debajo de su último récord, aunque recuperó terreno al final de la sesión y logró superar el bache.
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Jerome Powell ha mencionado que la Fed seguirá subiendo los tipos de interés hasta ver una baja en la inflaciónEn el desglose por sectores del indicador, la semana ha azotado especialmente a las empresas de bienes esenciales, que pierden casi un 8 %, seguidas por las de bienes no esenciales (más del 2 %), y las industriales (un 1.5 %), mientras que salen beneficiadas las de energía, revalorizadas más del 4 %.
El sector de la energía, el único que se mantiene en verde desde el comienzo del año debido al desequilibrio en el mercado, ha seguido subiendo en paralelo a los precios del combustible, con los futuros del barril de petróleo de Texas situándose al final de esta semana cerca de los 114 dólares.
En el mercado de deuda pública, el miedo a una recesión ha llevado a muchos inversores a buscar refugio en los bonos del Tesoro, lo que ha frenado la escalada de sus rendimientos, y en el caso del título a 10 años se sitúa ahora por debajo del 2,79 % tras rozar a mitad de semana el 2.99 %.
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El Dow Jones presentó su mayor caída desde 2020A ese respecto, el analista Ed Yardeni, de Yardeni Research, destacó que el fin de las políticas acomodaticias de la Reserva Federal ha asustado a Wall Street en un momento muy "temprano en el ciclo de ajuste", lo que rompió "muchas burbujas especulativas" sin que se materialice todavía un escenario de "crisis crediticia".
En cuanto a las criptomonedas, la más popular de ellas, el bitcoin, se ha descolgado del nivel de los 29 mil dólares este viernes tras una turbulenta semana en la que se han desplomado dos criptoactivos considerados estables, terra y luna, aunque los expertos también atribuyen el descenso al mercado bursátil.