(REDES)
A más de 34 años de uno de los peores crímenes perpetrados en Japón, el caso de Junko Furuta, joven que fue secuestrada y torturada durante 44 días por un grupo de jóvenes antes de asesinarla, vuelve a dar de qué hablar luego de que apareciera en redes uno de los supuestos implicados en el homicidio.
Fue en Twitter que usuarios detectaron una cuenta que lleva el nombre de 'denngekiraketto', la cual pertenece a un hombre de mediana edad que, de acuerdo a sus publicaciones, suele compartir teorías de índole conspiranoico, como lo son supuestos métodos para 'controlar a la sociedad' impuestos por organizaciones poderosas y el gobierno.
Dicha cuenta pertenecería nada más y nada menos que de Shinji Minato, que junto a Hiroshi Miyano, Jo Ogura y Yasushi Watanabe, se encargaron de privar de la libertad a una la joven Junko de 17 años de edad, torturándola y abusando de ella en un encierro que duró 44 días antes de ser asesinada y sepultada en un tambo lleno de concreto.
Aunque en un principio existieron dudas sobre la identidad de 'denngekiraketto', después de que usuarios comenzaron a atacarlo por el asesinato de Furuta, el mismo dueño de la cuenta se pronunció refiriéndose al caso sobre un 'penoso incidente de su infancia', lo cual generó más indignación entre el público.
"¿Por qué no puedo reflexionar sobre el vergonzoso incidente de mi niñez y decir que lo que está mal ahora está mal? ¿Qué hay de malo en decir y dar a conocer que no se debe permitir el abuso de la tecnología? Quiero que la gente sepa que muchas personas en todo el mundo están siendo abusadas por este acto criminal. Quiero que los críticos sepan este hecho", dijo en un tuit el 1 de febrero.
El terrible caso de Junko Furuta
El 25 de noviembre de 1988, Junko Furuta regresaba a su casa en la prefectura de Minato, en Saitama, cuando fue interceptada por Shinji Minato, quien pateó su bicicleta con la intención de tumbarla.
A los pocos segundos, Hiroshi Miyano apareció en escena para supuestamente ayudar a la chica, ofreciéndose en llevarla a su casa, sin embargo, todo se trataba de un plan del entonces adolescente junto a Minato, Ogura y Watanabe.
Junko fue encerrada en la casa de Minato por 44 días, siendo expuesta a todo tipo de abusos y vejaciones por parte de sus secuestradores.
Cabe señalar que la joven estuvo en cautiverio en la casa de los padres de Minato, quienes estaban al tanto de los hechos, pero que temían contactar a la policía debido a que estaban conscientes que su hijo estaba involucrado con los Yakuzas, la mafia japonesa.
Asimismo, los jóvenes obligaron a la chica a que llamara a sus padres y los convenciera de que se estaba quedando en la casa de una amiga, para que la investigación respecto a su desaparición no avanzara.
Finalmente, el 4 de enero de 1989 Junko fue obligada y retada por sus secuestradores a jugar un juego de mesa, con la idea de humillarla debido a su estado. Para sorpresa de los perpetradores, la chica ganó la partida, lo que provocó que estos se molestaran y la golpearan hasta matarla.
El cuerpo de la joven fue sepultado en un tambo lleno de concreto que abandonaron en Koto.
Hiroshi, Jo, Yasushi y Shinji fueron arrestados el 23 de enero del mismo año, pero a pesar de que fueron encontrados culpables luego de que confesaran sus crímenes, salieron a los pocos años de prisión, tal como ocurrió con Minato, quien sólo recibió una sentencia de cinco a nueve años.
