De 'El Nacimiento de México: Doy Fe'
A iniciativa propia del Colegio Nacional del Notariado de México y como parte de la agenda cultural que promueve la Junta de Coordinación Política, que preside el senador Ricardo Monreal Ávila, a través del proyecto Casa Nuestra, en el Senado de la República se publicó y presentó el libro El Nacimiento de México. Doy Fe con motivo de festejar —ante la falta de celebraciones por parte del Gobierno Federal— el verdadero Bicentenario de la Independencia (1821-2021), así como la fundación del país bajo el sistema de una Monarquía Constitucional con división de poderes (1821-1823) en su primer trienio.
Así pues, en el recinto del Senado de la República —ubicado en el histórico patio central de la antigua casona de Xicoténcatl, Número 9 en la capital del país— fue que se dispuso el escenario ideal en donde se presentó esta obra en la que participa el Colegio Nacional del Notariado Mexicano en conjunto con un grupo de destacados historiadores que, mediante archivos, muestran el papel de la función notarial en este acontecimiento histórico, incluyendo la firma del Acta de Independencia.
Los autores dan cuenta del papel del escribano como garante de la certeza jurídica en la vida social, económica, política y cultural del país, además de la importancia de su oficio al dar a conocer aspectos relevantes del nacimiento de la Nación y la vida cotidiana de sus protagonistas.
La historiadora Martha López señaló que con la entrada triunfal, el 27 de septiembre de 1821, del Ejército Imperial de las Tres Garantías —Religión (blanco), Independencia (verde) y Unión racial e igualdad jurídica (rojo)— a la Ciudad de México se inició una nueva historia en donde términos y nociones tales como “Independencia”, “Patria” e “Igualdad” suscitaron debate entre los distintos puntos de vista con la sola perspectiva del nacimiento de México.
Sin embargo, este tomo, al igual que su contenido único, no se habían logrado dar a conocer más que en el centro del país… al menos hasta ahora.
En el presente caso, destacan las colaboraciones de coautores académicos y especialistas en la historia de la Independencia de México y del siglo XIX, tales como la Dra. Guadalupe Jiménéz Codinach, —autora de las monumentales obras México: su tiempo de nacer y México: los proyectos de una nación— quien durante décadas ha refutado los mitos oficiales impuestos por el sistema político mexicano en lo que respecta a la gesta de Independencia del Imperio Mexicano y la figura del Libertador Agustín I de Iturbide, gracias al rescate que hizo de documentos inéditos en distintos archivos en los Estados Unidos, Inglaterra y España. El volumen cuenta también con las investigaciones de Anne Staples, Vicente Quirarte, Rafael Estrada Michel, Jesús Hernández Jaimes, Guillermo Escamilla Narváez, Joaquín E. Espinosa Aguirre y la de un servidor.
Ahora bien, en el caso de la investigación que nos ocupa dentro de las páginas de esta magna obra, nos avocamos a la llegada del Plan de Iguala y la aceptación de la Independencia desde la Comarca Lagunera a partir del descubrimiento y publicación fotográfica de la copia del Acta de Independencia del Imperio Mexicano y su correspondiente ceremonial destinado para el pueblo de Santa María de las Parras, Coahuila, como punto de encuentro histórico de nuestra región, al igual que como enroque entre lo que fueron las Provincias Interna de Oriente y Occidente, integradas por Coahuila, Texas, Nuevo León y Tamaulipas (la primera) en tanto Nueva Vizcaya, Chihuahua, Nuevo México, Sinaloa, Sonora, Nuevo México y las Californias en el segundo caso. Esta fue la primera vez que se tomó en cuenta, de una manera integral, la importancia de lo que en su momento corresponde a la Historia del norte de México y del sur de los Estados Unidos en cuanto a su participación durante nuestra Emancipación como una Nación soberana que, por sus alcances y territorio, sorprendió en su momento al mundo entero.
