Canela.
La canela es rica en calcio, manganeso, fibra y antioxidantes,
La canela es una especia derivada de la corteza interna de árboles del género Cinnamomum, utilizada en diferentes culturas a lo largo de la historia tanto en la gastronomía como en la medicina.
Originaria de regiones tropicales de Asia, la canela ha ganado popularidad por sus diversas aplicaciones y propiedades beneficiosas. En la antigüedad, especialmente en Egipto, la canela se valoraba por su uso en embalsamamientos y en la elaboración de perfumes. Su aplicación en la cocina data de miles de años, situándola entre las especias más antiguas conocidas por la humanidad.
En la actualidad, la canela se emplea en una amplia gama de preparaciones culinarias, abarcando desde postres hasta platos salados, gracias a su capacidad para intensificar el sabor de los alimentos.
Existen dos principales variedades de canela: la canela de Ceilán y la canela cassia. Cada una presenta características distintas que pueden afectar el resultado de las recetas.
En México, la canela se cultiva en menor escala en estados como Puebla, Veracruz y Chiapas, aunque el país importa grandes cantidades de esta especia, convirtiéndose en uno de los principales consumidores a nivel mundial.
¿CUÁLES SON LOS BENEFICIOS DE LA CANELA?
Según el Poder del Consumidor, la canela es rica en calcio, manganeso, fibra y antioxidantes, específicamente polifenoles. Estos nutrientes contribuyen a la formación de huesos fuertes, combaten los radicales libres, los cuales están asociados con el envejecimiento, alteraciones en el ADN y diversas enfermedades.
Además, ayudan a reducir el riesgo de enfermedades cardíacas y ciertos tipos de cáncer, fortaleciendo el sistema inmunológico y ralentizando el proceso de envejecimiento.
Recientemente, se ha sugerido que la canela podría ser beneficiosa para el manejo de diversas patologías, incluyendo la diabetes. Algunos estudios científicos han mostrado que la canela puede ayudar a reducir los niveles de glucosa en la sangre de personas con diabetes. Sin embargo, esta evidencia aún no es definitiva y se requieren más investigaciones para confirmar estos efectos.