Siglo Nuevo Nuestro Mundo Opinión LITERATURA

Ciencia y Tecnología

El Vergatario, un teléfono celular enteramente venezolano

Con el objetivo de no depender de la tecnología estadounidense en lo que se refiere a dispositivos digitales, en 2009, Hugo Chávez impulsó la fabricación nacional de este teléfono móvil, un movimiento sospechoso en un país que tiende a la dictadura.

Hugo Chavez sostiene el primer modelo de Vergatario. Imagen: Patria Grande

Hugo Chavez sostiene el primer modelo de Vergatario. Imagen: Patria Grande

RICARDO OROZCO ROSALES

Vivimos en un mundo globalizado donde los teléfonos celulares se han convertido en una extensión esencial de nuestras vidas. Las mejores opciones son aquellas con cámaras de alta definición, amplias capacidades de almacenamiento y memoria RAM para asegurar una experiencia fluida. Las nuevas generaciones crecen pegadas a las pantallas y, en ocasiones, no dudan en desechar su pastel de cumpleaños si no obtienen el último modelo tecnológico. 

Pocos buscan un móvil económico y limitado, salvo como una opción secundaria para tareas básicas. En la mayoría de los casos, la búsqueda se centra en el mejor dispositivo disponible, acorde a las posibilidades de cada quien. 

En 2009, Wired cubrió el lanzamiento del Vergatario, el teléfono móvil de bajo costo presentado por el entonces presidente venezolano Hugo Chávez. El artículo destacó que “El Vergatario sería fabricado en China por Vetelca, una empresa estatal venezolana, en colaboración con la compañía china ZTE”. 

Su lanzamiento no se comparó con las impactantes presentaciones de Apple, lideradas por el magnate tecnológico Steve Jobs, que lograban captar la atención mundial con cada nuevo producto. No se trata de menospreciar la idea de un teléfono accesible, pero el deseo de los consumidores suele superar las buenas intenciones gubernamentales. 

En un video de YouTube titulado Hugo Chávez presenta su móvil: Vergatario, el mandatario cuestiona a su equipo sobre la función mp3 del dispositivo, agregando un toque peculiar a la presentación. El nombre del aparato, por supuesto, generó controversia; mientras “verga” puede referirse a algo de poco valor en algunas regiones, también tiene una connotación vulgar asociada a la anatomía masculina. Sin embargo, tal vez esa sea la polémica más inofensiva en torno a este modelo. 

INDEPENDENCIA TECNOLÓGICA 

En un contexto de constante retórica antiestadounidense, el Vergatario se presentó no sólo como una alternativa económica, sino como un símbolo de independencia tecnológica frente a los productos norteamericanos, reflejando el intento del gobierno venezolano por distanciarse de la influencia del país anglosajón. 

Aunque el iPhone, el smartphone más popular, proviene de Estados Unidos, los teléfonos móviles no se limitan a una sola cultura. Están intrínsecamente ligados a la democratización global de la información, permitiendo la conexión diaria entre personas de todo el planeta. El deseo por tener un mejor celular no está motivado por las ganas de vivir como estadounidense, sino por la necesidad de integrarse en un mundo globalizado. 

Imagen: Flickr/ Antonio E. Da Silva Campos
Imagen: Flickr/ Antonio E. Da Silva Campos

El Vergatario dejó mucho que desear en términos de funcionalidad y desempeño. Este recuento deja una sensación de sospecha: ¿cómo confiar en un celular vendido por el gobierno sin cuestionar la posibilidad de espionaje? En 2009, intervenir llamadas no era una tarea compleja para quienes contaban con los recursos adecuados, y para ese entonces el gobierno venezolano ya enfrentaba críticas globales, con Hugo Chávez percibido por algunos como un dictador disfrazado de héroe populista. Estas sospechas no son acusaciones directas, pero son válidas dadas las circunstancias y el historial del entonces presidente. 

MADURO Y LOS SUCESORES DEL VERGATARIO 

La década de los 2010 trajo consigo un acelerado progreso en la tecnología digital. Año tras año, los teléfonos se volvían más sofisticados, al punto de realizar tareas que antes eran exclusivas de una computadora personal. Reuniones de trabajo, transferencias bancarias y una infinidad de actividades cotidianas se trasladaron al móvil, haciendo que la línea entre el mundo real y el virtual se desvaneciera. 

Tras la muerte de Hugo Chávez y con Nicolás Maduro al mando, la promoción de tecnología asequible siguió siendo una prioridad para el gobierno venezolano. En un clip de Noticias Venezuela, se ve a Maduro presentando el Vergatario 3, describiéndolo como una “belleza” y animando al público a anotar su número para llamarlo más tarde, destacando que este nuevo modelo colocaba a Venezuela en la vanguardia tecnológica. 

Según un artículo de Milenio, el sucesor de Chávez también anunció la producción de dos nuevos dispositivos móviles en el país: el Victoria, descrito como una tableta, y el Telepatria, diseñado para la televisión digital abierta. Además, destacó un acuerdo con la empresa surcoreana Samsung para instalar una fábrica de la marca en Venezuela, subrayando el esfuerzo del gobierno por avanzar en la producción tecnológica nacional y reducir la dependencia de importaciones.

RIESGOS DE LA TECNOLOGÍA VENEZOLANA 

Sin embargo, la aparente preocupación por la accesibilidad tecnológica podría estar opacada por otros problemas. Los celulares, incluido el Vergatario, podrían ser vulnerables a hackeos, lo que es especialmente preocupante en un país donde el gobierno ha sido acusado de censura y control de la información. 

El Telepatria, equipo que incluye la Televisión Digital Abierta de Venezuela. Imagen: Facebook/ Vtelca
El Telepatria, equipo que incluye la Televisión Digital Abierta de Venezuela. Imagen: Facebook/ Vtelca

En un artículo reciente de El País, titulado Redes sociales y mensajería: los venezolanos buscan alternativas a la censura informativa, se menciona que más de 400 medios de comunicación han cerrado en Venezuela durante los últimos 20 años. Además, 13 de los 24 estados de la nación ya no cuentan con medios que no sean gubernamentales, creando “desiertos informativos” para alrededor de siete millones de personas. 

Cabe mencionar que Nicolás Maduro ha seguido el ejemplo de otros políticos, aprovechando plataformas como Twitter (ahora X) para posicionar su imagen a través de mensajes públicos las 24 horas del día. 

Por otra parte, aunque el riesgo de hackeos en dispositivos como el Vergatario es un tema relevante, la evidencia sugiere que los esfuerzos de censura por parte del gobierno de Maduro son mucho más directos y evidentes. En las elecciones para presidente de Venezuela de 2024, fue acusado de haber realizado fraude y de atacar a sus oponentes. Además, se reportaron ataques a plataformas como X, Instagram, WhatsApp y TikTok, lo cual es irónico, considerando que el presidente había utilizado estas mismas redes, especialmente TikTok, para aumentar su popularidad. 

En una transmisión televisiva, Maduro pidió al pueblo venezolano desinstalar WhatsApp, diciendo que a esta aplicación la estaban “utilizando para amenazar a Venezuela y entonces yo voy a eliminar mi WhatsApp de mi teléfono para siempre”. Luego suspendió X por diez días. 

Manteniendo el enfoque en la telefonía móvil y su impacto en la vida cotidiana, es difícil para muchos dejar de usar aplicaciones como WhatsApp, que representan una forma realmente económica de mantenerse en contacto con familiares, amigos y compañeros de trabajo. De hecho, es más asequible que tener un celular de bajo costo como los Vergatarios, que rápidamente se quedarían sin espacio de almacenamiento.

Maduro ya no sólo enfrenta la opinión de su propio país, sino la mirada crítica de una humanidad conectada por dispositivos móviles de última generación. Incluso aquellos que no cuentan con los modelos más recientes tienen en sus manos herramientas poderosas que superan ampliamente las capacidades de propuestas como el Vergatario, lo que hace cada vez más difícil controlar la narrativa venezolana desde el poder. 

En la lucha por combatir la censura en todas sus formas, queda claro que buenas intenciones, como las que inspiraron el Vergatario, no son suficientes. En un mundo donde la libertad depende de la información, el acceso a tecnología avanzada se convierte en un baluarte imprescindible, dejando atrás las limitaciones impuestas por proyectos que no pueden sostenerse en un entorno cada vez más libre y conectado.

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en: Ricardo Orozco Vergatario Telepatria Victoria Vtelca Venezuela celular venezolano tecnología venezolana Hugo Chavez Nicolás Maduro

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

TE PUEDE INTERESAR

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Hugo Chavez sostiene el primer modelo de Vergatario. Imagen: Patria Grande

Clasificados

ID: 2323185

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx