Kowloon: Así era la ciudad amurallada que llegó a ser el lugar más poblado de la tierra
Unos pocos acres de tierra, dejados como una especie de isla por la administración colonial británica, se transformaron en uno de los lugares más densamente poblados del planeta.
Mientras el resto de Hong Kong era una colonia británica, las 2,7 hectáreas de la Ciudad Amurallada permanecían nominalmente bajo el control de China continental. Este pequeño terreno se convirtió en una zona sin ley, caracterizada por su singular idiosincrasia.
Han pasado 27 años desde el traspaso de soberanía de Hong Kong del Reino Unido a China y 30 años desde la demolición de Kowloon. Sin embargo, quienes vivieron en esa atiborrada ciudad aún recuerdan su fuerte sentido de comunidad: un lugar marcado por la delincuencia pero también por la cooperación.
Los orígenes de la ciudad
La historia de la Ciudad Amurallada de Kowloon comenzó en la dinastía Song (960-1279) con un puesto militar para el comercio de sal. En 1842, el Tratado de Nankín cedió la isla de Hong Kong a los británicos, pero Kowloon quedó bajo control chino, con unas 700 personas residiendo allí.
China consideró usar Kowloon para vigilar la colonia británica, pero abandonó la idea, dejando la ciudad en un vacío legal sin autoridad. Durante la Segunda Guerra Mundial, Kowloon se convirtió en refugio para inmigrantes y bandas que huían de la ocupación japonesa de 1941.
Tras la rendición de Japón, la ciudad creció verticalmente debido a la falta de espacio, pasando de 17,000 habitantes en la guerra a 50,000 a finales de los años 80, convirtiéndose en la zona más densamente poblada del mundo. Edificios de catorce plantas, salones de opio y prostíbulos caracterizaban el lugar, al que las autoridades temían entrar.
La vida en su interior
Nunca cedida al Reino Unido, Kowloon era vista por sus residentes como parte de China, lo que llevó a una de las áreas marginales más emblemáticas de la historia. Aunque la ciudad estaba plagada de delincuencia, prostitución y drogas, sus habitantes compartían un fuerte sentido de comunidad.
Resistieron durante décadas los intentos del gobierno de Hong Kong de desalojarlos. Comerciantes chinos, curanderos, dentistas autodidactas y delincuentes colaboraron para mantener viva la ciudad. Con 300 rascacielos interconectados, diseñados por un solo arquitecto, Kowloon se convirtió en un tugurio único y fascinante.
Demolición de la ciudad
En 1987, con la devolución de Hong Kong a China prevista para 1997, los gobiernos chino y británico acordaron la demolición de la Ciudad Amurallada. La demolición comenzó en marzo de 1993 y, en la actualidad, el área se ha transformado en un parque público.