LEALES Y AGRADECIDOS
Hemos visto o sabido de muestras extremas de cariño y lealtad de los perros para con sus dueños.
Se han escrito libros, canciones y también se han hecho películas sobre este hecho en particular.
Sobre estas situaciones tan particulares y propias de cada ser tenemos el ejemplo aquí en México, y por cierto lo narra la canción folclórica del "Perro Negro", que siguió a su dueño hasta su tumba y no se separó de ésta, hasta su muerte, tenemos la canción de Alberto Cortez, que se llama "Perro Callejero", en donde habla de las muestras de afecto de un perro que vivió y fue de todos en el "barrio", hasta su muerte. Por suerte los perros que se han hecho famosos, por la televisión, o en el cine, por su fidelidad, no son los únicos ni tampoco son casos únicos o aisladas las demostraciones de nobleza y fidelidad de parte de los perros para con sus dueños, ya que aquí en nuestra ciudad nos enteramos que son frecuentes y de manera cotidiana por fortuna este tipo de anécdotas que nos dejan un ejemplo a las personas.
Hemos sabido por boca de los mismos dueños de robos frustrados por sus perros, también nos han platicado de perros que le traen la medicina a su dueño, cuando éste la necesita y no la pueden alcanzar por sí mismos, ya que cuentan con alguna discapacidad. Sabemos también de una perra que va y le avisa al vecino, de su dueña, cuando ésta le necesita, por estar enferma y agravarse pues es diabética e invidente.
Nos platicaron de un Pastor Alemán, que despertó a su dueño cuando éste se quedó dormido fumando y al caer el cigarro en la alfombra empezó un incendio, que por suerte no pasó a mayores, gracias a los oportunos ladridos de su fiel guardián.
Hoy me enteré de una perra Poodle, de color blanco y negro, que vive por el rumbo del nuevo estadio de futbol, quien no dejó salir a su dueña al exterior de su casa, pues le avisaba del peligro de un panal de avispas recién formado, quienes previamente habían picado a la Poodle "JAIME", quien no quiso que su dueña sufriera en carne propia los piquetes, avisándole con ladridos y atravesándose en su camino para impedírselo, y así como estos ejemplos, habrá muchos más de las cuales nos habremos de enterar de manera casual y nos harán pensar como siempre, entre más conozco al hombre, más confió en mi perro.
Y ahora para terminar una gota de filosofía:
Quien quiere llegar, busca caminos; quien no quiere llegar, busca excusas.