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LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA

PROMESAS, PURAS PROMESAS

Unaactitud muy normal en tiempos de crisis es la de esperar… ¿Esperar qué? Pues no sé… Tal parece que, al menos nosotros los mexicanos, siempre estamos esperando algo: un mejor gobierno, un hecho fortuito, un milagro de la Virgen de Guadalupe, algo en fin que venga del exterior a cambiar para mejorar la situación actual, porque ésta que tenemos no nos está gustando mucho… o más bien, nos gusta ¡para nada!

Estamos diariamente conjugando el verbo esperar, el cual proviene del radical sper que es lo último que muere… Bueno, sper es la esperanza y la esperanza es lo que supuestamente se espera hasta el último momento para morirse.

Esperamos porque se nos han generado "expectativas" que son acciones ya no del verbo sperare, sino de otro que es exspectare, que también significa esperar, pero en este caso no sería esperar tranquilamente sino con desasosiego, impaciencia o con toda la atención concentrada en ese hecho que esperamos.

Para la espera, los mexicanos solemos apoyarnos en frases optimistas que por lo general no nos creemos ni nosotros mismos: "Vas a ver…" "Este año nuevo 'ora sí, ya lo verás…" "De aquí pa'l real…" y el clásico "Mañana sí, con toda seguridad" que nunca llega.

Somos muy buenos para prometer y hacernos propósitos que sólo en casos excepcionales cumplimos. Prometer proviene del latín promittere que es "enviar por delante". Sí, la promesa se envía por delante de los hechos que supuestamente se van a cumplir en un momento determinado del futuro, y es ahí precisamente donde "la puerca tuerce el rabo" porque lo más normal es que no cumplamos.

Cuando el chamaco se perfila para ser tan "transa" como su padre o tan buen abogado como el tío, se dice que promete o, ya en términos más cultos se dice que es un abogado en cierne, pero no "en ciernes" sino en cierne que es la acción de fecundar. Estar algo "en cierne" es como decir que está la flor "en capullo" y no "en capullos". Está en capullo y así promete ser una bella flor para mañana, por ejemplo.

Si nos va bien prosperamos, o sea que somos más prósperos, del latín prosperus, favorable, afortunado, de la raíz latina spe que es aumentar o prosperar, porque el que prospera es el que logra "tener más" mientras el que "mengua" es el que tiene menos, el que disminuye lo que tiene, como la luna que a veces está creciendo, es luna creciente, y a veces está menguando y por eso es menguante.

Así nos quedamos los mexicanos, esperando la prosperidad muchas veces sin entender que para conseguirla hay que trabajar y luchar por ella. ¿No le parece?

Soy Don Juan Recaredo… compártame sus dudas y comentarios.

[email protected] X: @donjuanrecaredo

ME PREGUNTA Pablo Arellano: ¿Por qué se dice en la televisión "el Pronóstico del tiempo y no "el Pronóstico del clima?

LE RESPONDO: Se puede decir de las dos maneras. En el Diccionario de la Academia de la Lengua, uno de los significados de la palabra tiempo es "estado atmosférico". Según la Academia, es mejor referirse al estado atmosférico con el término "tiempo", porque el de "clima" se refiere a las características propias del clima de una región, como "desértico".

LAS PALABRAS TIENEN LA PALABRA: Si alguien que no conoces te lleva unas flores, probablemente es que se equivocó de tumba.

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