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Entrevista

Los Luna, hermandad hecha rima

Reno publicó en 2023 sesiones de mambo con una orquesta dirigida por Adrián Nava; además de Lapsus, proyecto de fresca sonoridad. Fume también experimenta y en ocasiones deja la recitación para instalarse en el canto. Ambos preparan un álbum.

Los Luna. Imagen: Vayron Infante.

Los Luna. Imagen: Vayron Infante.

SAÚL RODRÍGUEZ

La media luna interrumpe la oscuridad del cielo, tiene un brillo entrometido entre las nubes. Abajo, el concierto, la música rap como sonido. Algunos la llaman “poesía de las calles”, un género donde la voz cabalga sobre un ritmo de cuatro por cuatro y trata de no tambalearse al galope de las rimas. Sin instrumentos visibles, el micrófono es el arma: los artistas recitan vivencias, denuncias sociales, incluso el ego se escabulle en alguna que otra frase referente a la competición. 

Es domingo. El escenario está instalado en el patio de una vieja casona de la avenida Morelos, de esas pocas construcciones de la época porfiriana que aún sobreviven en el centro de Torreón. Caen las luces. Retumban las bocinas. Del público emana un humo de juventud; se acentúan las gorras, las playeras holgadas, las zapatillas deportivas, las manos que cortan el aire, las latas sin cerveza casi implosionadas y repartidas por el piso. 

El cartel señala a Los Luna como el grupo estelar de la noche. Benjamín y Pedro, o Reno y Fume, como mejor son conocidos en la escena del hip hop mexicano. Los hermanos son oriundos de Jacarandas, barrio ubicado al norte de Torreón. En ese lugar crecieron entre el oscuro sonido del nu metal y el rap noventero. Luego se entregaron a las rimas, tomaron escenarios, incluso formaron parte de 871 Crew. Pero hace algunos años dejaron la ciudad y hoy radican en Guadalajara, donde han afincado su proyecto artístico. 

Se podría mitificar su apellido: hablar de ese astro que corona el cielo nocturno, acudir a los fotogramas de George Méliès o citar algún poema de Elsa Cross —“La noche”, del Cuaderno de Amorgós (2007), por ejemplo— para intentar que sus versos cósmicos encajen en la narrativa de este texto. Pero Los Luna prefieren dejar de lado los ornamentos, despojarse de caracterizaciones; su proyecto se llama así por su apellido, lo representan y ya, punto. 

Aunque es verdad que su legado tiene raíz. El bisabuelo paterno de Reno y Fume salió de Líbano en un barco. Entonces hubo un gran éxodo de libaneses previo a la Primera Guerra Mundial. Hay que imaginar al migrante en el oleaje del Mediterráneo, con la nostalgia de su tierra en la espalda, atravesando las Columnas de Hércules en el Estrecho de Gibraltar, para luego cruzar el océano Atlántico y llegar a México. En la ilegalidad, el libanés tuvo que aclimatar su identidad: tomó el apellido Luna. Reno asegura que en las lápidas de su familia, allá en el panteón, hay una luna dibujada. 

Los Luna “rockean” el escenario. El público les apunta con sus teléfonos celulares. Reno hace un recorrido por los éxitos de su carrera. Abre con “El negro”, sencillo publicado en 2015 sobre una instrumental de Taxi Dee. Sigue con las obras más relevantes de su álbum Pragma (2020): “Soledad”, “La semilla”, “Cuando vuelvas tarde”, “En vos confío”, “Alerta” y “Llorá”. Esta última, producida por Fernan Digué, toma la frase de la canción “El lagunero” que Lucho Argaín —líder de la Sonora Dinamita— dedicó a Torreón: “Llorá, corazón, llorá, que tu lagunero no vuelve más”.

Imagen: A Rap-per Day
Imagen: A Rap-per Day

Fume, por su parte, rapea “No necesito nada más”, obra que realizó junto al grupo regiomontano THR Cru2. También da voz a sencillos como “Qué importa” y “Libre albedrío”, cuyo videoclip es inaugurado por un poste de luz enmarañado por cables. Y es que la vida es eso: un enredo de cables de alta tensión; un ir y venir de emociones donde puedes electrocutarte. Decidir qué dirección tomar se asemeja a lanzar una moneda y esperar que la suerte muestre su cara. El riesgo es una opción, no así colgar los tenis. 

Los hermanos rapean juntos. La pieza hace honor a su apellido: “Los Luna”. Es un ritmo del productor hidrocálido IDress, oscuro, tumbado. Los fanáticos mueven sus cabezas, asienten los versos: “Sabe que soy de Los Luna, que me gusta la bebida y tolera mi boom bap”. Finalmente se escucha “Sólo soy yo”, la pieza con la que Reno rompió la escena nacional en el año 2013. La instrumental de Taxi Dee, cuyo corazón sonoro es un sample de la cantante austriaca Zeebee, hace recordar viejos tiempos. 

Ahora Los Luna buscan el cambio, atravesar nuevas fronteras musicales, evolución, metamorfosis como Gregorio Samsa en una novela de Kafka. Por eso Reno publicó en 2023 sesiones de mambo con una orquesta dirigida por Adrián Nava; además de Lapsus, proyecto de fresca sonoridad. Fume también experimenta y en ocasiones deja la recitación para instalarse en el canto. Ambos preparan un álbum, aún sin fecha de salida. Será alternativo y contará con la producción de Ferdinand González, integrante de la banda The Guadaloops. 

Fume alza la voz, agradece al público lagunero. Asegura que esa energía es la que llevan a otros rincones del país. El concierto ha concluido, no así la aventura. Los Luna dicen que vienen de Torreón, su tierra, y se dirigen hacia donde el mundo acaba. 

Dejaron Torreón para radicar en Guadalajara, ¿qué tan importante es practicar el desapego en esta carrera? 

Reno: Creo que tiene que ver con las ganas de salir adelante, de pensar con la cabeza fría dónde están las mejores oportunidades. Porque si fuera por el apego, aquí estaríamos todavía. Entonces, es esta onda de cortar el cordón umbilical, tanto de la casa como de la jefa. Tienes que explorar nuevos horizontes y ya cuando descubres algo nuevo, algo diferente, te regresas a contarles a los tuyos. Las ganas de salir adelante fue lo que nos impulsó. Aparte que anduvimos de vagos mucho tiempo: ahora estamos en Guadalajara, pero estuvimos en Monterrey, en Cancún, en Saltillo. 

Fume: Sí, creo que totalmente lo vemos como un mero sacrificio, ¿me entiendes, carnal? Sí, nos duele estar lejos y sí, es difícil a veces estar lejos de tu gente, pero es como un sacrificio en su totalidad. La vamos a armar y esa gente es la que nos da fuerza para darle con todo y a lo mejor regresar con las manos llenas. 

Los Luna. Imagen: Vayron Infante.
Los Luna. Imagen: Vayron Infante.

Fume, recuerdo el fotograma inicial del videoclip de “Libre albedrío”: un poste de luz cruzado por una infinidad de cables. Me puse a pensar que a veces la vida es así: hay un montón de cables yendo para todos lados, desconoces su destino y tienes que decidir cuál vas a tomar. 

F: Sí, también como dice mi carnal, fuimos mucho de estar de nómadas. Nos fuimos a Monterrey, a Saltillo, a Cancún, siempre con la idea de quedarnos y después establecernos, pero Guadalajara fue el lugar. Después de como 10 años de estar dando vueltas y vueltas, nos acomodamos. Nos gustó prácticamente todo, el clima, la gente, que hay más posibilidades en cuestión de la música, en el rap. Es el sacrificio de querer llegar con las manos llenas para la familia y saber que ahí a lo mejor se puede armar. 

Pero, ¿cómo practicar el libre albedrío musical en una escena hip hop tan llena de purismo? 

F: Nosotros no le damos al público lo que quiere; siempre hacemos lo que nos gusta. Cuando hacemos esas canciones diferentes, nunca se empieza por: “¡Ah! Mañana vamos a hacer una canción de trap”. Siempre ponemos un chingo de beats y decimos: “¡Ese! ¡Ese es!”. Siempre conectamos, nunca esperamos que vaya a ser una cumbia, nunca sabemos hasta ese momento, solamente es fluir. Y en cuestión de la gente es muy irónico, porque la gente dice: “¡Ah! Estos batos quieren hacer música distinta, quieren pegar”. Nosotros ya tenemos una fórmula de qué es lo que a nuestro público le gusta, si eso quisiéramos, seguiríamos haciendo eso. Realmente es lo contrario, más bien rompemos los moldes, hacemos lo que nos gusta, sin querer darle gusto a la gente y pues así nacen esas canciones. 

En este proyecto de Los Luna, ¿cuáles son los nexos musicales que los unen más allá de la sangre?

F: Tenemos un criterio de música bien largo. Realmente, cuando éramos niños y luego adolescentes, sí teníamos una línea muy marcada. Más que nada mi carnal, porque normalmente yo escuchaba lo mismo que él: el rock tipo Deftones, Limp Bizkit, así como más oscuro. Luego empezamos a escuchar rap. Y luego, después de muchos años, como que nos metimos de lleno a la música, empezamos a viajar más y nos metimos a este mundo. Empezamos a escuchar de todo: salsa, cumbia, corridos, corridos tumbados. En cuestión de Los Luna, no nos enfrascamos con algo. Te puedo decir que vamos a hacer un chingo de discos de rap y un chingo de otra música. Vamos a darle con todo a todo. 

R: Es que también con estas ondas de que nos empezamos a juntar... antes, por ejemplo, hace muchos años nos juntábamos y decíamos: “Vamos a hacer tal canción en este beat”. Si estábamos juntos, lo escribíamos ahí. Pero si no, él se lo llevaba a su casa, yo me lo llevaba a la mía y ya nos juntábamos cuando estuviera terminado y cosas así. Pero hubo una temporada en la que nos juntábamos cada viernes y sábado. Entonces, nos comprábamos unas frías y decíamos: “¿Qué vamos a hacer ahora?”.

Los Luna. Imagen: Vayron Infante.
Los Luna. Imagen: Vayron Infante.

Un día, por casualidad, empezamos a escuchar beats diferentes, no de rap, sino instrumentales de otro tipo”. Y a raíz de eso, empezamos a decir: “¡Oye! ¿Qué tal si podemos hacer también de esos? Tal vez no para nosotros, tal vez podamos acomodarlos o venderlos después, la composición como tal”. Y raíz de ahí, después de dos o tres meses, ya teníamos un disco, que es precisamente el disco que estamos preparando como Los Luna en un aspecto alternativo. Ese disco tiene canciones que parecen como dancehall, hay otras que parecen como un bolero. Son cosas que nunca nos imaginamos que íbamos a hacer o a escribir, simplemente dijimos: “Esa instrumental está bien”. La agarramos y empezamos a hacerla. Nosotros, posiblemente, no tenemos una voz como para cantar un bolero o una cumbia, lo que sea, pero descubrimos que podemos hacerlo, podemos escribirlo, ¿me explico? También estamos explotando esa área de hacer composiciones diferentes, aunque al final no vayan a ser para nosotros. 

Esa apertura musical la noto en “Llorá”, donde Reno toma una frase de “El lagunero” de la Sonora Dinamita: “Llorá, corazón, llorá, que tu lagunero no vuelve más”. Lucho Argaín se la escribió a Torreón. ¿Qué representa esa frase? 

R:Obviamente desde que estaba morrillo ya la había escuchado. Pero hasta que me fui a trabajar un tiempo a una mina, en la sierra de Chihuahua, los maestros con quienes trabajaba siempre ponían esas rolas. Yo tenía esa canción inconclusa (“Llorá”), precisamente me faltaba un coro. Se la había hecho a una ex y sabía que se había terminado por completo esa relación. Entonces un día estaba escuchando “El lagunero”, los maestros la pusieron, estábamos jalando y me empecé a imaginar el beat, y dije: “Sí le queda”. ¡Y zas! Que se la pongo. Precisamente, en el concierto empecé a cantar el coro a capela y veo que toda la gente tiene esa sensación, de que esa rola es para Torreón. Cuando la rapeo, cuando la canto, cuando la escucho incluso, eso es lo que pienso, que esta rola de “Llorá” es específicamente para la gente de Torreón. 

Como mencionan, preparan un álbum juntos. ¿Qué papel juega el ego en este nuevo proyecto? ¿Lo emplean a su favor o luchan contra él? 

F: Pienso que últimamente lo hemos vencido. Antes yo era mucho de decir: “Tú haces este tipo de rap y cantas, pero el rap que hacemos en La Laguna es crudo y así es el rollo”. Ya ahorita, no digo que cante totalmente, pero hago melodías, hacemos cosas alternativas. Yo veo al ego derrotado, lo veo totalmente como... en lugar de querer que me vean como una figura, hacemos arte abierto, con una mentalidad abierta, sin pensar en qué puedan decir de nosotros, cómo nos vayan a ver, eso ya no existe para nosotros. Ya no nos importa cómo nos vea la gente, sólo queremos hacer canciones que nos gusten a nosotros y ya. 

Imagen: Vayron Infante
Imagen: Vayron Infante

R: Creo que no está nada mal que las personas escriban letras, sea de lo que sea, si eres rapero está bien, pero el hecho de ponerte una etiqueta que te identifique o te encapsule sólo en ese género, no está mal, pero si puedes ampliarlo está mejor. Entonces, empezamos a hacer canciones diferentes y todo lo que tú quieras, pero nuestra esencia, nuestro origen, es el rap, es el grafiti. Aparte de que tenemos ese disco alternativo, también tenemos un disco que estamos empezando a trabajar y está súper rapero. La otra parte sería una extensión, no sé si de nuestro ego, pero sí de nuestra creatividad. Yo lo veo como algo positivo. Antes, mi Yo del pasado hubiera atacado a un rapero que hiciera lo que estamos haciendo nosotros, pero cuando empecé a descubrir cómo se amplía tu mente a la hora de componer cuando te metes en otros géneros que no son el tuyo, es como salir de tu zona de confort y se amplía tu creatividad. Te estoy hablando de que ahorita tenemos flow, voces, formas diferentes de hacer rap, que no tendríamos si no hubiéramos explorado esos dos pasajes. 

¿Cuáles son los rasgos que mantienen de esos adolescentes que se juntaban en Jacarandas para hacer hip hop? 

R: Creo que es como la esencia que uno agarra cuando se empieza a juntar con la pandilla que grafitea, con la pandilla que rapea. Esa esencia nos la quedamos nosotros y es precisamente como nuestro estandarte a la hora que vamos y nos paramos en otra ciudad. La escuela de La Laguna es muy diferente a la de otras ciudades. Es como hardcore, underground, callejero, crudo, seco. Entonces, de nuestra juventud o de nuestros ayeres, yo creo que esa parte es la que trajimos hasta la fecha. Obviamente, hemos ido evolucionando. Ahorita tenemos proyectos más alternativos, pero en su esencia seguimos teniendo esas ganas de expresarnos a través de la rebeldía, de cierta protesta, de cierto coraje contra lo injusto. 

Y en este camino, ¿qué le han debido a la soledad?

R: En lo personal, creo que la persona que soy ahora es gracias a la soledad. Antes como que tenía en la mente que estar rodeado de tu grupo de camaradas o de ciertas sociedades, te hace pertenecer a algo. Tú dices: “Si me pongo una playera negra, pues me voy a juntar con los de playeras negras” . Yo me di cuenta de que estando solo y conociéndote bien a ti mismo, empiezas a conocer a las demás personas. Una vez que pasas por ese proceso, de estar solo en periodos prolongados, empiezas a ver a las personas de forma diferente; ya no intentas conectar con ellas, sino que quieres saber cuáles fibras coinciden con fibras tuyas, ¿sí me explico? Y a raíz de ahí puedes ser alumno y maestro. Aparte, viéndolo desde un punto de vista más callejero, en realidad no hay tantos amigos allá fuera, ¿sabes? En el caso de mi carnal, pues él es mi hermano, no es como que sea un compa’ de la vuelta, es mi carnal, por eso estamos juntos todavía. Pero, en otro caso, muchas veces prefiero estar solo que estar rodeado de cualquier persona. 

Ahora me referiré a una frase de Reno en “Cuando vuelvas tarde”: ¿cuando llegue el pasado hay que decirle “no”? 

R: Sí, lo pasado ya está atrás. Puedes voltear atrás para recordar ciertas cosas que se te olvidaron, en cuanto a experiencia, cosas que te enseñó la gente, recordar de dónde vienes, recordar tus orígenes, pero no puedes estarte deteniendo y voltear para atrás si es para sufrir, para excusarte, para estancarte. A todos nos pasan cosas buenas y cosas malas. Entonces, de las cosas buenas y de las cosas malas —mucho más de las malas—, se obtiene conocimiento, con eso te tienes que quedar del pasado. En lo personal, tuve algunas experiencias que cuando las recordaba o cuando volteaba para atrás, yo sentía como si me estirara el pasado. Como crecimos en la misma familia y las carencias nos marcaron de alguna forma, a eso me refería diciéndole a mis carnales que pa’ atrás ni para agarrar vuelo. Es una forma de afrontar la vida y lo que nos duele, ya sea nuestros traumas o nuestros amargos recuerdos. 

F: Creo algo similar. Se vale voltear atrás para darte cuenta de dónde vienes y todo lo que has avanzado, pero nada más para eso, carnal. También hay veces que piensas que no has hecho nada y cuando volteas a ver para atrás dices: “Ya caminé muchísimo”. Entonces, se vale, pero como dice mi carnal: nomás para eso. De ahí en más, todo para adelante, todo para arriba.

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Escrito en: Saúl Rodríguez Reno Luna rap Los Luna hip hop lagunero hip hop Fume Luna

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