París en alerta, los Juegos Olímpicos más vigilados de la historia

La justa olímpica se ha convertido en una pesadilla de seguridad para las autoridades francesas, principalmente para el presidente Emmanuel Macron, quien viene de duros reveses políticos y una disminución en su popularidad tras los resultados electorales en el Parlamento Europeo, donde la ultraderecha se logró hacer de curules.

Los parisinos han interiorizado lo que se avecina. Algunos con entusiasmo, otros con resignación e incluso malestar, entienden que los Juegos Olímpicos, que se celebrarán del 26 de julio al 11 de agosto en la capital de Francia, impactarán de forma inevitable sus rutinas.

El transporte, clave en esta ciudad acostumbrada a la continua presencia de millones de turistas al año, podría verse rebasado durante la celebración de los juegos. La alcaldesa Anne Hidalgo advirtió desde noviembre de 2023 que la presencia de los Comités Olímpicos y espectadores podría colapsar el sistema de transporte, incluyendo el metro, que traslada una media de cuatro millones de personas al día.

Bajo su declaración de “no vamos a estar listos”, las autoridades de París emprendieron negociaciones para solucionar uno de los principales retos que habrán de afrontar a partir del 26 de julio. Arduas negociaciones con la Autoridad Autónoma de Transporte de París (RATP, por sus siglas en francés) concretaron una “mejora considerable” en el sistema público de movilidad, de acuerdo con su vocero Jimmy Brun.

RATP movilizará al menos 40 mil agentes para la conducción de trenes, autobuses y metros durante los días de la competencia internacional. Se estima un traslado de 500 mil espectadores y 200 mil asistentes acreditados para la logística del magno evento. Estas cifras no contemplan los aproximadamente siete millones de personas que son usuarios habituales del transporte público.

Aunado a ello, la presidente de la entidad regional de transportes IDFM, Valérie Pécresse, llamó a los ciudadanos a “no tener miedo de caminar un poco”, justificándose en que esto traería beneficios para la salud de la población.

El plan de la IDFM prevé miles de lanzaderas, así como reforzar la mayoría de líneas de metro y trenes de cercanía, con un 15 por ciento más de trenes de media respecto a un verano normal en París.

Esta justa atlética será la primera en la historia en no permitir el acceso de vehículos a los recintos olímpicos y, si bien la ciudad está acostumbrada a acoger a cientos de miles de viajeros en su red de transporte, las cifras se duplicarán debido a los espectadores.

Las líneas del metro verán su frecuencia de convoyes dispararse. Tan solo la Línea 9, que da servicio al Parque de los Príncipes (casa del club de fútbol París Saint Germain) y a Roland Garros (sede del Gran Slam de Tenis), registrará un 61 por ciento más de partidas. Por su parte, el servicio de trenes RER C, con relativos inconvenientes, contará con un 71 por ciento más de viajes durante las competencias deportivas.

Ante tal incremento esperado de usuarios, autoridades tanto locales como federales han exhortado a los parisinos a evitar emplear el transporte público, priorizar el trabajo remoto o usar medios alternos para trasladarse, como la bicicleta.

El ministro de Transporte, Patrice Vergriete, quien aseguró que “quizá llegó el momento de sacar la bicicleta”, prevé más de tres mil de estos vehículos para autoservicio, motivo por el cual los gobiernos de Francia y de París acondicionaron casi 400 kilómetros de carriles para su uso.

Si bien las autoridades de transporte de la ciudad han informado sobre la creación de 125 “planes B” en caso de contingencias, que van desde accidentes hasta cambios de horario de competencias, queda la incógnita sobre las acciones a tomar en caso de posibles protestas que podrían alterar el flujo vehicular.

El presidente Macron convocó un adelanto de las elecciones legislativas a la Asamblea Nacional el 9 de junio. Esa noche se dieron a conocer los resultados de los comicios europeos en Francia, donde su partido registró malos resultados.

Si bien Emmanuel Macron se ha impuesto en los últimos comicios —el de 2017 que lo llevó al Elíseo y su reelección en 2022—, nada asegura que estos resultados puedan repetirse, sobre todo a días de los Juegos Olímpicos y con el creciente resurgimiento de la ultraderecha en Europa.

Actualmente, ningún político en el viejo continente cuenta con mayoría absoluta, y el llamado a las urnas en Francia podría impactar la movilidad de los espectadores y atletas para la justa olímpica, puesto que las votaciones se celebraron el 30 de junio y el 7 de julio.

Los retos de transporte no se limitan a la zona terrestre; el cielo parisino también ha desarrollado medidas extraordinarias para poder afrontar los desafíos de los Juegos Olímpicos.

La Dirección de Rutas de la Isla de Francia (Dirif, por sus siglas en francés), y la empresa gestora de los aeropuertos de París, ADP, adelantaron que no esperan un tráfico extraordinario en comparación con un verano normal, sin embargo, sí se han preparado para el evento.

París moviliza una media de 200 mil pasajeros diarios en el aeropuerto Charles de Gaulle y 100 mil en el de Orly, y si bien los atletas tendrán tratamiento especial, la ADP deberá enfrentar dos periodos críticos.

La noche del 26 de julio, el espacio aéreo de la ciudad estará cerrado en un radio de 150 kilómetros con motivo de la ceremonia inaugural de los Juegos Olímpicos a orillas del río Sena. A este se le suma un periodo de 48 a 72 horas después del evento de clausura, donde los Comités Olímpicos y espectadores saldrán de París.

RUSIA Y EL YIHADISMO TERRORISTA

La sombra de la guerra yace también sobre los Juegos Olímpicos. Europa del este vive su mayor confrontación bélica desde 1999, cuando la Organización del Tratado del Atlántico Norte (OTAN) bombardeó la extinta Yugoslavia. En la actualidad, Rusia y Ucrania llevan tres años de conflicto; Moscú amenazando a Occidente con atacar en caso de que los aliados utilicen armas contra su territorio.

Francia se ha convertido en centro de las amenazas del presidente ruso Vladímir Putin, quien ha asegurado que dicho país se convertirá en un objetivo militar si París envía tropas al frente de batalla en Ucrania.

Si bien las amenazas del Kremlin no suponen un riesgo inminente de ataque, las fuerzas y agentes prorrusos apostados en distintos países, incluyendo Francia, podrían implicar una amenaza directa a la población, atletas y espectadores del evento.

Los esfuerzos para salvaguardar la integridad de París se ven complicados por la creciente tensión verbal entre los mandatarios de ambos países. En abril, Macron aseguró que Rusia intentaría inmiscuirse en la celebración de los Juegos Olímpicos. Si bien no detalló qué clase de ataques podría efectuar Moscú, el presidente francés no descartó desde los físicos hasta una guerra de información; “no tengo duda”, sentenció en abril desde el Elíseo.

Las declaraciones del mandatario en la inauguración del centro acuático de los Juegos Olímpicos representaron su reconocimiento más explícito de amenazas extranjeras a la seguridad o al funcionamiento de la justa atlética internacional.

Una asesora de Macron dijo en aquella ocasión, bajo condición de anonimato, que “hay un endurecimiento por parte de Rusia que hemos estado viendo durante varios meses”. En esa misma línea, se negó a decir si el presidente francés se refería a información de alguna agencia de inteligencia específica que señalara un futuro intento de interferencia por parte de Moscú.

La tensión actual no favorece un ambiente de paz en la justa, y el terrorismo sigue siendo un peligro constante.

Michelle Balderas, internacionalista por la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), recuerda la importancia geopolítica de Francia y puntualiza que la negativa de permitir a Rusia y su principal aliado, Bielorrusia, competir bajo su bandera, como muestra de apoyo a Ucrania, afecta la seguridad de los juegos.

Si bien Moscú se comprometió en julio de 2023 a no boicotear la justa, se desconoce si esto implicaba solo al Comité Olímpico ruso o al mismo Gobierno de la Federación de Rusia.

De acuerdo a los datos hasta el momento de cerrar esta edición, la bandera neutral ondeará, de ser aceptada, para 22 rusos y 17 bielorrusos para la limitada lista de disciplinas en lucha, halterofilia, ciclismo y trampolín. A un mes de la celebración de París 2024, solamente había 18 atletas confirmados entre ambas naciones.

Además de la guerra en Ucrania, el conflicto entre Israel y Hamas, en la Franja de Gaza, más las crecientes tensiones contra el grupo islamista Hezbollah en Líbano, tendrán un impacto en el corazón de los Juegos Olímpicos.

Francia es destino migratorio en Europa pese a los continuos esfuerzos del gobierno de trasladar a los desplazados a terceros países, por lo que la presencia de potenciales terroristas propalestinos, proiraníes o milicianos de Hezbollah es considerada una latente amenaza.

Europa, concretamente Moscú, recientemente fue escenario de uno de los atentados más mortíferos, donde un grupo de islamistas radicales asesinó a más de 140 personas en el Crocus City Hall, durante un concierto, el 22 de marzo. El ataque, que se produjo a más de dos mil 800 kilómetros de distancia de la capital francesa, supone un punto de inflexión en lo que respecta a la seguridad en eventos masivos en el viejo continente.

Además, París aún tiene fresco el recuerdo de los atentados del 13 de noviembre de 2015, cuando yihadistas asesinaron a más de 130 personas. En aquella ocasión, uno de los ataques se concentró en el Estadio de Francia, sede de atletismo y otras pruebas para los juegos que se celebrarán en julio; sin embargo, y a pesar de las declaraciones de las autoridades que indican que claramente hay un “contexto de tensión”, la ministra de Deportes, Amélie Oudéa-Castera, detalló que no se ha detectado ninguna amenaza específica para los Olímpicos.

Cabe destacar que la propaganda del Estado Islámico ha realizado llamados a sus milicianos para atacar eventos deportivos masivos desde hace al menos dos décadas. Actualmente es la filial del Estado Islámico-Provincia de Jorasán (IS-KP) la que tiene mayor propensión a cometer atentados internacionales por su cercanía con Occidente, ya que su sede, de acuerdo a fuentes de inteligencia internacionales, se encuentra en Afganistán. Fue el IS-KP quien perpetró la matanza en la sala de conciertos de Moscú.

Sin embargo, existen dudas sobre las capacidades reales de la facción terrorista de generar ataques a gran escala durante los Juegos Olímpicos, a decir de las propias autoridades francesas.

Después de la retirada de Estados Unidos de Afganistán y el retorno del Talibán en 2021, los atentados que se atribuyó dicho grupo terrorista disminuyeron en más de un 90 por ciento en ese territorio de Medio Oriente en los últimos dos años. En 2021 se reportaron 291 ataques, 145 en 2022 y únicamente 20 en 2023.

Jean Viard, sociólogo por la Universidad de Marsella, sostiene que las amenazas a la seguridad afectan la mentalidad de la gente, y recordó que “vivimos un periodo en el que existe un peligro climático, en el que nos sentimos en guerra contra el clima, la guerra en Ucrania, la guerra en Israel. La gente siente que está rodeada de violencia”.

Laurent Nunez, jefe de la Policía de París, en declaraciones recogidas para France 24, se dijo preocupado por “las amenazas de terrorismo, especialmente terrorismo islámico, pero también las amenazas de menor intensidad de grupos radicales ambientalistas, extremistas de izquierda y propalestinos”, recordando que a finales de mayo “dos individuos fueron arrestados en Saint-Étienne y que estaban planeando un ataque directo a los Olímpicos”.

Nunez reveló que diariamente serán desplegados 30 mil oficiales armados y un máximo de 45 mil para la ceremonia de apertura en el río Sena. La policía será apoyada por al menos 18 mil militares.

El general de los Cuerpos de la Armada, Christophe Abad, detalló que Francia no ha visto un despliegue militar desde la Segunda Guerra Mundial, y que se creará “una burbuja por agua, tierra y aire”.

Por su parte, el prefecto de la región de París, Marc Guillaume, declaró que se ha cubierto el 93 por ciento de las necesidades de las empresas de seguridad privada que participarán en la logística de los Juegos Olímpicos.

La ceremonia de apertura, que debía acoger a 600 mil espectadores —100 mil en plazas de pago y 500 mil en las gratuitas, abiertas a todo público—, redujo su aforo de lugares sin costo a 220 mil por motivos de seguridad. En total se espera un aforo aproximado de 320 mil asistentes.

Laurent Nunez aseguró que los planes de seguridad no cambiarán pese a los resultados de las elecciones legislativas.

De acuerdo con un informe titulado Iteraciones de seguridad olímpica: Montreal y Vancouver, fechado en 2014, los Juegos Olímpicos ofrecen la “visión de la planificación de la seguridad más meticulosa fuera de la guerra” y los anfitriones actualmente adoptan medidas extraordinarias.

Las acciones del gobierno francés no son la excepción, pues este empleará sistemas de vigilancia de alta tecnología, recopilación de información de inteligencia, datos biométricos y la asignación extraordinaria de agentes para fortalecer la seguridad.

Asimismo, la Policía Nacional de España participará en las estrategias de seguridad en las calles de París, realizando labores de cuidado de la población civil, y estará desplegada en zonas de interés, como puntos turísticos y recintos deportivos.

El pasado 11 de junio, los cuerpos policiacos de España y Francia realizaron un simulacro de atentado yihadista de cara a los Juegos Olímpicos. En aquella ocasión, el ejercicio fue de carácter sorpresivo y estuvo coordinado por la Comisaría General de Información de la Policía Nacional francesa; tuvo una duración de cuatro horas y simuló un ataque perpetrado por radicales islamistas y una toma de rehenes.

Los preparativos de seguridad de esta envergadura existen desde la masacre de los Juegos Olímpicos de Múnich de 1972, cuando el 5 de septiembre de ese año un grupo de ocho palestinos pertenecientes al grupo terrorista Septiembre Negro se infiltró en la Villa Olímpica, mató a dos atletas israelíes y tomó como rehenes a otros nueve.

Si bien la policía alemana actuó rápidamente, la falta de preparación derivó en una masacre, donde 17 personas perdieron la vida: 11 atletas israelíes, un oficial alemán y cinco miembros del comando palestino.

COMPROMISO ECOLÓGICO, RÍO SENA E INAUGURACIÓN

Los Juegos Olímpicos de París serán los más ecológicos de la historia, de acuerdo con un reporte publicado por el Foro Económico Mundial; sin embargo, las autoridades francesas son conscientes de los retos en materia de sustentabilidad que enfrentarán al albergar 800 eventos deportivos, 15 mil atletas, 45 mil voluntarios y generar 13 millones de comidas. Describen dichas ambiciones como “el mayor reto de la humanidad”.

Según el informe de transformación urbana publicado por el Foro Económico Mundial, París 2024 se ha comprometido a reducir la huella de carbono del evento con respecto a la media de los otros certámenes de verano, lo que implicaría limitar las emisiones a 1.75 millones de toneladas de CO2.

Los Juegos Olímpicos de Tokio 2020, Río 2016 y Londres 2012 reportaron una media de 3.5 millones de toneladas de CO2. No obstante, la justa nipona es considerada actualmente la que menor cantidad de dióxido de carbono generó debido a las restricciones de la pandemia por COVID-19.

A diferencia de las anteriores justas olímpicas, Francia ha señalado que el 95 por ciento de la infraestructura estará conformada por edificios ya existentes o sedes temporales; únicamente se construyó un complejo: el Centro Acuático de Saint-Denis. El Estadio de Francia, construido para la Copa del Mundo de la FIFA 1998, será sede de la mayoría de las competencias.

Por su parte, la Villa Olímpica contará con un sistema de generación eléctrica basado en energía eólica y solar, mientras que las habitaciones de los deportistas albergarán camas hechas de materiales reciclados reforzados.

Los gobiernos de Emmanuel Macron y de la ciudad de París han anunciado que los dos mil 800 apartamentos de la Villa Olímpica se convertirán en viviendas después de los juegos.

La alimentación para los espectadores de la justa deportiva también será un factor clave en las ambiciones de Francia por conseguir una meta ecológica en la organización de las olimpiadas. Se estima que más de 13 millones de comidas serán entregadas durante la celebración de los juegos, lo que equivale a 10 torneos de la Copa del Mundo de la FIFA.

Al menos 120 organizaciones han sido movilizadas para definir la visión alimentaria de París 2024, enfocándose principalmente en los atletas apostados en la Villa Olímpica. Los alimentos, principalmente veganos y vegetarianos, estarán inspirados en la gastronomía de París, Marsella y Lyon; asimismo, emplearán plásticos de un solo uso y productos reciclados.

Sin embargo, hay otro desafío ecológico mayor: el río Sena, sede de las competencias acuáticas y la propia inauguración de los Juegos de París 2024.

El emblemático río, ubicado en el corazón de la ciudad, ha sido objeto de trabajos de limpieza para brindar seguridad a los competidores; sin embargo, a un mes de la justa, las autoridades aún no habían podido realizar pruebas previas a la inauguración del evento debido a los altos niveles de contaminación.

Los resultados de análisis de la calidad de agua del río Sena arrojan que se ha presentado un aumento considerable en la concentración de bacterias fecales, pese a los esfuerzos y trabajos de limpieza de las autoridades parisinas.

Las precipitaciones que se registraron en la ciudad entre el 15 y 23 de junio provocaron una serie de factores hidrológicos desfavorables, entre ellos un aumento excesivo del caudal del río, lo que pone en duda su uso para la inauguración y las competencias de triatlón y natación en aguas abiertas.

La presencia de Estrichia Coli y enterococos no debe exceder las mil unidades y 400 unidades por milímetro de agua, respectivamente, para que se pueda autorizar un baño en aguas abiertas. Pero las autoridades sanitarias reportaron un pico de 13 mil unidades de Estrichia Coli, aunque posteriormente se redujo a seis mil el último fin de semana de junio. En cuanto al otro tipo de bacteria, los niveles por milímetro de agua oscilaron entre las mil y dos mil unidades.

A esto se suma que el panorama climático no será favorecedor, pues la Agencia Francesa de Meteorología prevé precipitaciones para la primera semana de julio, lo que podría complicar la celebración de la inauguración en el Sena.

Además, un informe de la ONG Surfrider Foundation reveló los resultados de muestras tomadas al Sena en septiembre de 2023, indicando que las aguas del río están lejos de ser aptas para las pruebas, motivo por el cual expresaron su preocupación de que los atletas participen en una competencia cuya sede presenta altos índices de contaminación. La ONG detalló que de 14 muestras realizadas aleatoriamente, 13 resultaron con niveles reprobatorios establecidos por la Federación Internacional de Natación. Estas se realizaron debajo de los puentes Alexandre III y Alma, por donde está previsto que pasen los deportistas.

La ciudad de París ha trabajado durante años para garantizar una buena calidad del agua para deportistas y futuros bañistas, con la promesa de levantar la prohibición de ingresar al río. Entre sus esfuerzos se encuentra la construcción de una planta de tratamiento de aguas pluviales para desviar el exceso de líquido antes de que contamine el Sena. No obstante dicha meta no se ha concretado.

Respecto a los resultados de las muestras, las autoridades sostienen que estas carecen de valor y que fueron tomadas durante periodos de lluvia, sin embargo reconocen que la calidad del agua se degradó, por lo que no será hasta el 26 de julio que se conocerá si el Sena estará abierto a las competencias y, posteriomente, a los bañistas franceses e internacionales.

LLAMADO A LA PAZ

Los Juegos Olímpicos de la era moderna son un tema francés, por lo que la justa de 2024 tiene un valor simbólico que no solo la vincula con las antiguas competencias griegas.

Con su renacer en 1894, impulsado por Pierre de Coubertin y que se llevó a cabo en la Universidad de Sorbona en la capital francesa, las olimpiadas gozaron de gran influencia parisina.

En 1900 los juegos llegaron a París nuevamente, y pasaron 24 años para que regresaran a la ciudad que los trajo de vuelta al mundo. Cien años después, vuelven a su cuna envueltos de polémica.

La bandera olímpica ondeará bajo los preceptos de deportividad y paz, sin embargo, los conflictos internacionales actuales tensan la misión principal de la justa.

Los principios de Coubertin se encuentran detallados en la Carta Olímpica, documento primordial que enlaza el deporte y la paz, y que establece que “el objetivo del olimpismo es poner siempre el deporte al servicio del desarrollo armónico del hombre con el fin de favorecer el establecimiento de una sociedad pacífica y comprometida con el mantenimiento de la dignidad humana”, así como “contribuir a construir un mundo pacífico y mejor, educando a la juventud a través del deporte”.

Cabe recalcar que los esfuerzos del Comité Olímpico Internacional de llevar la antigua tradición de tregua olímpica han aumentado desde 1993, cuando la Organización de las Naciones Unidas aprobó por unanimidad el cumplimiento de la misma. Posteriormente, en julio del año 2000, el COI estableció la Fundación Internacional para la Tregua Olímpica, consolidando el compromiso de la justa con la promoción de sus principios de paz en acciones concretas. Sin embargo, esta meta no se ha logrado del todo, debido a las disputas políticas en distintos episodios del siglo XX y XXI. Este año, una vez más, deja ver los roces internacionales.