¿Por qué volverán a enterrar la pirámide encontrada en la carretera Pachuca-Huejutla?
Imagínate trabajar en una construcción y de pronto hacer un descubrimiento arqueológico, pues eso les pasó a los trabajadores durante la construcción de la ampliación de la carretera Pachuca-Huejutla.
¿Qué pasó con la pirámide?
A principios de junio de 2024, en el tramo Cerro Colorado, Zacualtipán, los trabajadores de esta obra dieron aviso al Instituto Nacional de Antropología e Historia (INAH) sobre el descubrimiento de un basamento piramidal prehispánico en la Sierra Alta de Hidalgo.
La estructura, bautizada como Estructura 1, forma parte de un antiguo asentamiento conocido como San Miguel Metzquititlán y data de entre los periodos Epiclásico (650-950 d.C.) y Posclásico Tardío (1350-1519 d.C.).
El sitio arqueológico, compuesto por al menos 10 montículos, ha sido documentado exhaustivamente y se han recolectado muestras de cerámica, huesos y otros materiales para su análisis en laboratorio.
Sin embargo, el Consejo de Arqueología del INAH autorizó enterrarla de nuevo.
¿Por qué volverán a enterrar esta pirámide?
Pese a que pudiera parecer muy contradictorio desenterrar una pirámide para posteriormente volverla a enterrar, la realidad es que esta medida aprobada por el Consejo de Arqueología del INAH tiene el fin de preservarla.
Esta medida de conservación consistirá en edificar un muro de mampostería de rocas, con junta de cemento -de 43 metros de largo y 11.70 de alto, 0.80 metros de grosor en su zapata y 0.40 metros de grosor en su corona-, paralelo al perfil arqueológico que había quedado expuesto.
De manera previa a su reenterramiento, la pirámide fue protegida con geotextil, una tela permeable formada principalmente por materiales de polipropileno y poliéster, cuya función principal se basan en su resistencia mecánica a la perforación y tracción, y a su capacidad drenante.
Por lo que este proyecto de rescate arqueológico no solo busca preservar el patrimonio cultural, sino también contribuir al entendimiento de la ocupación humana en la región de la Sierra Alta de Hidalgo, específicamente en la zona de la Barranca de Metztitlán, donde se estima que los primeros asentamientos datan de hace al menos 14 mil años.
¿Ya habías escuchado de esta forma de conservación?