Mal Aliento (Halitosis)
La halitosis o mal aliento es un signo caracterizado por olor desagradable bucal, en ocasiones el último en enterarse es el que lo padece. Sus causas son diversas, puede ser por enfermedades sistémicas, como cáncer de pulmón, cáncer esofágico, gastritis crónica, diabetes, obstrucción intestinal, sinusitis, infección de la garganta, insuficiencia renal crónica, entre otras.
La halitosis causada por enfermedades puede ser la primera señal que algo marcha mal en su cuerpo. La mayoría de las ocasiones tiene su origen en la boca y causada por infecciones bacterianas, virales o micóticas.
Lo primero que le recomiendo es que acuda con su Odontólogo, antes de iniciar con estrategias para enmascararlo, tenga confianza en referirlo. Se elabora una historia clínica, examen físico, valoración de tejidos blandos y estructuras dentarias, mediante inspección clínica y radiográfica para elaborar un diagnóstico y establecer métodos y estrategias para controlarlo.
Valoramos su dieta, si ingiere, tabaco, alcohol, café, cebolla, ajo u otro tipo de alimento.
Algunos medicamentos, pueden causarlo como insulina, corticos esteroides, antibióticos, grandes dosis vitamínicos y otros.
Se descartan, caries avanzada, abscesos dentales, enfermedad periodontal, (enfermedad de las encías), prótesis dentales fijas o removibles mal adaptadas, espacios que le causen impactacion de alimentos. Se le efectúa una profilaxis dental, para eliminar placa dentobacteriana y sarro. Se le instruye técnicas adecuadas de higiene bucal en casa y de hábitos alimenticios.
Es importante saber si tiene alguna enfermedad o si le han practicado alguna cirugía, de esta forma si el problema no es bucal, se refiere al médico internista para su evaluación.
Es muy frecuente presentar mal aliento por las mañanas, después de varias horas de sueño, cuando las estructuras bucales han estado en reposo y la producción de la saliva es muy escasa.
Recomendaciones:
Tome abundante agua (1 o dos litros) para favorecer la producción de saliva.
Cepillado dental adecuado, como mínimo tres veces al día o después de cada comida principal y sobre todo nunca olvidar antes de ir a dormir por la noche. Para remover las partículas de comida y placa dentobacteriana.
Cepille su lengua y paladar, puede ser la fuente del mal aliento. Hay aditamentos especiales para cepillarla (observe si tiene la lengua blanca).
Enjuagues bucales, su eficacia es transitoria, nunca sustituye al cepillado. Algunos enjuagues tienen efectos adversos sobre los tejidos blancos bucales, hay diferentes tipos de acuerdo con cada problemática, por esto la importancia que utilice el que su dentista le recomiende. Uso de seda dental, el hilo entra en lugares en donde ni el cepillo puede. También puede utilizar aparatos interdentales. Debe realizar después de las comidas.
El chicle sin azúcar es un remedio pasajero pero útil, nunca sustituir al cepillado.
Los refrescantes, en gotas, spray o pastillas, son relativamente efectivos para combatir la halitosis, en general contienen uno varios aceites esenciales (como canela, menta, clavo) su efecto es temporal. Cuidado con utilizar pastillas refrescantes tipo caramelo con azúcar, el mal aliento lo quita un ligero momento, pero estas inician la placa dentobacteriana, actualmente denominado biofilm, y a futuro causan caries, enfermedad periodontal y sensibilidad dentaria.
Programe visitas regulares con su Odontólogo, para que le efectúe valoraciones clínicas y limpiezas profesionales.