Siglo Nuevo Opinión Salud Nuestro Mundo

Tendencias

El cine de bajo presupuesto en los Óscares

Nunca antes en los Premios de la Academia había habido una presencia tan notable de películas con un costo reducido de producción. Se trata de filmes que se sirven de la tecnología y una narrativa innovadora para abrirse paso en la industria.

Flow no cuenta con diálogos, sino con sonidos grabados directamente de animales. Foto: Instagram/ @gzilbalo

Flow no cuenta con diálogos, sino con sonidos grabados directamente de animales. Foto: Instagram/ @gzilbalo

ABRAHAM ESPARZA VELASCO

Podría decirse que cada vez que una nueva tecnología o plataforma digital se populariza, se abre una conversación en torno a la democratización del sector al que afecta. En lo que respecta a la producción audiovisual, se habló de una democratización del contenido “televisivo” con la aparición de YouTube, al poner al alcance de cada persona con acceso a una cámara e Internet la posibilidad de tener su propio canal de difusión, con el que incluso podría generar ingresos de acuerdo a la cantidad de visualizaciones que tuvieran sus videos. Pero todavía faltaba conquistar la pantalla grande, al menos hasta ahora. 

En los últimos años, la industria del cine ha experimentado una transformación impulsada por los avances tecnológicos, que han abaratado considerablemente la producción de películas. Desde los inicios del séptimo arte, la concreción de un largometraje de calidad requería equipo de filmación extremadamente caro, largos tiempos de rodaje y un grupo de profesionales altamente especializados. Sin embargo, la realización cinematográfica se ha vuelto más económica con la aparición de cámaras digitales cada vez de menor precio y mayor resolución; con el desarrollo de software potente —pero accesible— de edición, animación y efectos visuales; con la capacidad de integrar elementos generados con inteligencia artificial al material grabado, de manera relativamente rápida y con un bajo costo; entre otras herramientas que, en conjunto, están dando lugar a diversas voces, estilos y perspectivas que no hubieran podido insertarse en el mundo del cine de otra manera. 

Pero no sólo es destacable que se esté democratizando la realización fílmica, sino que las películas producidas con estas tecnologías innovadoras y accesibles están teniendo una buena recepción por parte del público general, así como un gran reconocimiento en festivales y premiaciones internacionales importantes. 

Hasta el momento, no se había visto una presencia tan significativa de largometrajes de bajo presupuesto en premios como los de la Academia Británica de las Artes Cinematográficas y de la Televisión (BAFTA), los Globos de Oro o los Óscares. De hecho, de las diez cintas nominadas a Mejor Película en los Premios de la Academia de este año, sólo dos (Dune: parte dos y Wicked) tuvieron un costo elevado —es decir, más de 100 millones de dólares—, una (Un completo desconocido) tuvo un presupuesto moderado de alrededor de 50 millones y el resto contó con una financiación por debajo de los 20 o 25 millones, una cantidad austera en términos profesionales. 

Los escenarios de Cónclave se realizaron con una combinación de tablas de madera decoradas y CGI.
Los escenarios de Cónclave se realizaron con una combinación de tablas de madera decoradas y CGI.

Según el fundador del portal Deadline, Nikki Finke, un alto presupuesto para Hollywood rondaría los 200 millones de dólares, mientras que una producción que no alcance los 100 millones sería modesta. Por lo tanto, la llegada del cine “barato” al mundo del mainstream implica una transformación sin precedente en la industria cinematográfica.

EL MICROCOSMOS DE LOS OSCAR 

Entre los recursos utilizados por las películas nominadas al Oscar para reducir los costos de producción, destacan las “artimañas” de Cónclave, un drama que aborda las intrigas políticas al momento de elegir un nuevo papa. Para recrear el Vaticano, se construyeron sets con tablas decoradas por artistas y se usaron efectos digitales para “rellenar” cada escenario y darle un mayor realismo. Por su parte, El brutalista generó controversia por emplear inteligencia artificial para materializar en pantalla la obra más significativa del protagonista, un arquitecto judío refugiado en Estados Unidos: un centro religioso gigantesco, en torno al cual gira gran parte de la trama. 

Anora, ganadora a Mejor Película, no hizo gala de tecnología tan novedosa, pero su director, Sean Baker, ya es famoso por su gran capacidad para desarrollar historias entrañables con pocos recursos. Dos de sus largometrajes anteriores (Tangerine y Florida Project), por ejemplo, fueron grabados con un iPhone al que se le adaptó un lente anamórfico. 

La llegada más contundente del cine independiente a la gala de los Óscares fue en 2023, con Todo en todas partes al mismo tiempo. Rompiendo cualquier expectativa, esta cinta coreana producida por A24 se hizo con alrededor de 20 millones de dólares y recaudó más de 100; además, ganó el premio a Mejor Película.

En las nominaciones del 2025, se abrieron paso en esta categoría El Brutalista, con un presupuesto de nueve millones de dólares, y Anora, con uno más reducido: seis millones. Cabe mencionar que las ganancias obtenidas por estas dos cintas cuadruplicaron y sextuplicaron, respectivamente, su costo de realización. Estas cifras hacen posible que cada vez se invierta más en filmes que cuesten poco, puesto que implica una inversión segura. 

Esta tendencia de abaratamiento y creciente reconocimiento puede cambiar de forma inmensa la industria cinematográfica, que desde la década antepasada había sido dominada por remakes y sagas de superhéroes con un alto valor de producción. 

La película Tangerine, del nominado al Óscar Sean Baker, fue grabada con un iPhone en lugar de una cámara tradicional. Foto: ASC
La película Tangerine, del nominado al Óscar Sean Baker, fue grabada con un iPhone en lugar de una cámara tradicional. Foto: ASC

EL FENÓMENO FLOW 

El cine de animación es, sin embargo, donde los recursos económicos se pueden aprovechar mucho más. Cuando este género se lleva a cabo de forma digital, no suele haber necesidad de un set, efectos o personajes que deban ser manufacturados físicamente. La inversión está en la mano de obra especializada y el tiempo, el cual puede reducirse con los nuevos avances tecnológicos. 

La cinta Flow estuvo nominada a los Premios Oscar en las categorías de Mejor Película Animada y Mejor Película Internacional, ganando la primera. Con un costo de 3.5 millones de dólares, es el filme de menor presupuesto que ha sido considerado en las nominaciones de los Premios de la Academia, cifra histórica que promete mejorar el panorama para el cine independiente en los próximos años. 

Dirigida por el letón Gints Zilbalodis, Flow se destaca por su innovador uso del software libre y de código abierto Blender, que se empleó para renderizar entornos y animaciones. Este programa existe únicamente gracias a las donaciones de sus usuarios. 

Para hacer posible este proyecto, sólo se requirió un estudio pequeño y una cantidad reducida de animadores, aunque sí fue necesario el financiamiento de bastantes casas productoras —como Dream Well Studio, Sacrebleu Productions y Take Five—, a pesar de su bajo presupuesto. 

La película ha recaudado 20 millones de dólares, de los cuales la cuarta parte fueron provenientes de México. Este fenómeno puede abrir campo para que otras producciones animadas que no procedan de los estudios tradicionales, como Disney, obtengan mayor reconocimiento. 

Hasta el momento no se sabe realmente cuál es la razón del éxito de Flow, sobre todo considerando que se trata básicamente de cine mudo, pues hay una ausencia total de diálogos. Tal vez sea un indicador de que el público no busca forzosamente películas trepidantes donde en cada toma hay una buena dosis de acción o un chistorete, sino que también agradece otro tipo de narrativas, siempre y cuando sean refrescantes, originales y estén bien construidas; el tipo de historias que pueden venir del cine independiente, de aquellos cineastas que en otra época tenían un acceso mucho más limitado a las herramientas necesarias para materializar sus creaciones.

Leer más de Siglo Nuevo

Escrito en: Abraham esparza cine independiente cine de bajo presupuesto Oscares 2025 nominadas al Oscar 2025 ganadoras al Oscar 2025 Flow Anora El Brutalista Cónclave Sean Baker animación

Comentar esta noticia -

Noticias relacionadas

Siglo Plus

+ Más leídas de Siglo Nuevo

LECTURAS ANTERIORES

Fotografías más vistas

Videos más vistos semana

Flow no cuenta con diálogos, sino con sonidos grabados directamente de animales. Foto: Instagram/ @gzilbalo

Clasificados

ID: 2372653

YouTube Facebook Twitter Instagram TikTok

elsiglo.mx